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FÚTBOL TERCERA JORNADA DE LIGA

La diferencia es el gol

La Real Sociedad encajó un gol y fue incapaz de desarmar al Mallorca

Mikel Ormazabal

Fútbol control, de laboratorio, con movimientos muy ensayados y ordenados y los riesgos calculados. La Real y el Mallorca son dos equipos semejantes, como dos gotas de agua. Ayer sólo les distinguió el gol. Salvo ese detalle, el partido enfrentó a dos almas gemelas. Por eso el tanto de Marcelino evitó un empate cantado.A la Real se le obturaron sus salidas. Cuando lo intentó por la izquierda, el Mallorca montaba el parapeto con Lauren y Olaizola, dos jugadores de físico potente y una disciplina espartana. Y cuando lo intentó por la derecha, le perdía la incapacidad de Kühbauer. Por ese costado tenía más ventajas, a priori, pero el austriaco fue una rémora. No le espabilan ni los abucheos constantes de su público. Le abroncan porque se desentiende de la pelea, se muestra torpe y lento con el balón y, por si fuera poco, recrimina con gestos ostentosos a sus compañeros cuando no le pasan. El mejor favor que le hicieron ayer fue enviarle a la caseta en el minuto 50. También probó por el centro la Real, pero por ahí era imposible.

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El Mallorca, que emplea la sensatez en todo momento, cargó por la izquierda, lo cual no constituye una noticia. Por ahí fabrica las mejores ocasiones de gol y resuelve casi siempre sus partidos. Soler y Stankovic son una pareja muy bien avenida que garantizan como mínimo media docena de oportunidades claras. Ellos se erigieron en la mejor alternativa de su equipo. Stankovic ejecuta la suerte del regate de forma magistral. Tiene una variedad de recursos para burlarse del rival que resulta muy complicado conocer sus intenciones. A Fuentes y a Kühbauer les sorteó haciendo la bicicleta, con un autopase, con un dribling seco... Y Soler, con otras armas, recorrió su banda (y la derecha de cal a cal en una ocasión) como si del pasillo de su casa se tratara.

Un equipo ordenado

El Mallorca es el orden llevado a su máxima expresión. Aguanta el tipo sin inmutarse: el dibujo es el dibujo (cuatro defensas, un pivote, tres centrocampistas y dos delanteros. Y la zona es la zona. Con un gol a favor o sin él. Haga sol o llueva. Entre, lo mismo. La misma colocación sobre el campo, la misma estrategia, las mismas virtudes y defectos, en definitiva. La balanza estaba muy equilibrada. La igualdad de fuerzas era total. Al partido le sobró rigor táctico porque los rivales chocaban entre sí sin generar un rompecabezas en el de enfrente. Casi siempre Engonga y Gómez abortaban cualquier conato de sobrepasar sus dominios. Son dos poderosos del fútbol, de trabajo estajanovista hasta el pitido final, que no dejan maniobrar al contrario en ningún momento. Estos se encargaron de que Alberto y Roa vieran el partido en butaca.En la primera parte hubo un gol y un remate de cabeza de Sa Pinto. El gol del Mallorca, en una jugada de estrategia, puesto que no había otro cauce para llegar a la portería rival. Hasta el intermedio hubo muchísimas interrupciones por el trasiego futbolístico que sufría el mediocampo. Después se alegró una pizca la contienda, pero faltó mucha frescura en el bando donostiarra. Llegó con cuentagotas la Real, y sin amenazar seriamente a su oponente en sus incursiones.

De Pedro, ausente

Dado que De Pedro estuvo en las nubes, aunque pudiera ocurrirle ayer que estaba aún sin digerir el pasmo que le dio su reciente internacionalidad, Sa Pinto seconvirtió por lo tanto en la solución. Jugando entre líneas es hábil e imaginativo, pero necesita un engarce en la delantera. No puede robar, construir la jugada, centrar y rematar él solo. Kovacevic y Aldeondo le dieron la espalda. El Mallorca se cerró bien sin utilizar el cerrojo.La Real llegó con cuentagotas y sin amenazar de forma seria a su rival. Roa sí tuvo que intervenir al final del encuentro para detener tres remates de gol de Gómez, Sa Pinto y López Rekarte. No llegó el gol, que fue la nota discordante del partido.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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