La Diputación de Valencia aplaza pagos por falta de liquidez

La Diputación de Valencia ha tenido que aplazar en los últimos meses un cuantioso volumen de pagos a los ayuntamientos y a los contratistas de obras por los problemas de liquidez que sufre. No en vano, el ente provincial sólo ha ingresado, hasta el 31 de agosto, 26.448 millones de pesetas, cerca de la mitad de los 50.000 millones que debía haber recibido hasta esa fecha. El diputado socialista José Martínez sostiene que la falta de liquidez la están sufriendo los ayuntamientos y los ciudadanos: "Al demorarse el dinero del Estado y la Generalitat, la Diputación ha tenido que consumir la mayor parte de los 3.000 millones en pólizas de créditos que tenía para hacer frente a los pagos; como las pólizas están casi agotadas y los ingresos siguen sin llegar, la Diputación ha tenido que aplazar sus pagos, lo que ha motivado que se retrasen diversas obras en los municipios". Ante esta situación, el PSPV va a solicitar que se convoque un pleno extraordinario para tratar sobre la "precaria" situación económica de la Diputación. Los mayores retrasos de pagos al ente provincial proceden del Estado y de la Generalitat. De hecho, la Consejería de Sanidad debe abonarle unos 500 millones mensuales por el Hospital General, y la última cuota que pagó fue la de abril. Remanente El diputado de Economía y Hacienda, José Díez, del PP, reconoce los problemas de liquidez y el retraso de los pagos. Pero dice que en tesorería "aún no se ha disparado la luz de alarma" y que la situación es "similar a la de otros veranos", unas fechas en las que "la liquidez se resiente por el vencimiento de los créditos y las pagas extraordinarias". En cambio, el PSPV advierte que la situación financiera es "gravísima". "Si la Diputación fuera una empresa privada", formula el socialista José Martínez, "estaría en quiebra". Desde Nova Esquerra (NE), Vicent Soriano atribuye estas dificultades a "la Generalitat, que está asfixiando a la Diputación al no pagarle las cantidades acordadas en los convenios y hacerle cargar con los 3.800 millones del plan de instalaciones culturales". NE ironiza sobre el "soplo de aire fresco" que supondrán para las arcas provinciales los más de 2.000 millones que ingresará por la privatización parcial de las empresas Girsa y Egevasa. Soriano relaciona estos problemas de liquidez con la baja ejecución de las inversiones (el año pasado apenas se llevaron a cabo el 48% de las previstas). Díez teme que se repita la situación del año pasado, cuando quedaron 19.130 millones pendientes de cobro. Lo que les obligó a aplazar el pago de 13.858 millones a proveedores y acreedores. De momento, a la Diputación le quedan en los bancos (a fecha de 31 de agosto) 4.231 millones de remanente de tesorería, aunque no todos estos fondos están disponibles puesto que una buena parte están comprometidos para gastos finalistas y para fianzas. Además, es el dinero justo para pagar los cerca de 1.000 millones mensuales de nóminas a sus funcionarios hasta final de año.