Borrell, aclamado al grito de "presidente, presidente"

VIENE DE LA PÁGINA 1 La intervención de Pasqual Maragall fue seguida de la del candidato a la presidencia del Gobierno central, José Borrell: en terminología de Maragall, el que debe ganar la Liga. El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno subió al escenario de la pineda de Gavà y el aplaudímetro subió varios grados. Por primera vez desde que empezara el acto, los militantes y simpatizantes socialistas corearon al unísono el grito de "presidente, presidente". Borrell, contagiado del entusiasmo que su presencia generó en la Fiesta de la Rosa, aprovechó la ocasión para lanzarse a la tarea de contar un chiste sobre el coeficiente intelectual de Aznar y sus vicepresidentes, Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato. Fue uno de los momentos álgidos: el otro había sido los gritos de libertad para Barrionuevo y Vera que había coreado el auditorio. La intervención de Borrell giró en torno a la política española y, especialmente, a la tregua unilateral de ETA. Sin embargo, no faltaron alusiones a los aliados catalanes del Gobierno central: los nacionalistas de Convergència i Unió. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno pidió que se no mezclen "churras y merinas" y que los nacionalistas catalanes no intenten sumarse al carro de las reivindicaciones soberanistas que puede traer consigo la negociación con ETA. El propio Gobierno de CiU ha expresado su interés por no quedarse al margen de esa negociación que puede elevar el techo competencial de las nacionalidades históricas. "Que Convergència i Unió no mezcle procesos distintos y que no plantee sus reivindicaciones para Cataluña en el marco de la discusión de la paz en el País Vasco, porque no sería de ninguna ayuda", concluyó Borrell. De esta manera terminó el acto que abrió Narcís Serra, primer secretario del PSC. Serra había abierto el acto político, papel que hasta este año habían jugado los dirigentes socialistas del Baix Llobregat y que en esta ocasión no llegaron ni a subir al escenario. Serra fue contundente: "Pujol ha perdido el norte".