Crivillé marca su territorio
El piloto catalán saldrá hoy el primero en Montmeló
Hoy es el gran día para Àlex Crivillé. Su lucha por el título mundial de 500cc pasa por Montmeló, donde se disputa el Gran Premio de Catalunya. El héroe local corre en casa y apunta a lo más alto. En los entrenamientos consiguió la pole-position para reafirmar su candidatura frente a sus enemigos: Mick Doohan y Max Biaggi. Entre los tres sólo hay siete puntos en la clasificación del campeonato; y sólo quedan, contando la de hoy, cuatro carreras para que termine la temporada.No acostumbra Crivillé a ser el tipo más brillante en las jornadas de pruebas, pero ayer se superó ante su afición. Por primera vez este año logró el mejor tiempo para la parrilla de salida, añadiendo un argumento más, si es que hacía falta, a la tremenda jornada que se prepara hoy.
"Oír el aliento del público te obliga a darlo todo y te lleva hacia adelante", comentó el noi de Seva, que marcó la vuelta más rápida de siempre con una moto en el Circuit de Catalunya: 1m 45,583s.
La verdadera batalla entre los tres tenores, no obstante, se dirime hoy. "Lo que importa es la carrera", dijo Doohan, quien sólo pudo ser cuarto en unos ensayos repletos de problemas para el australiano. Biaggi, por su parte, quedó segundo y explicó: "Podía haber ido más deprisa, pero hemos tenido un problema con los neumáticos".
Madmax, que disputa su primera temporada en la categoría reina, es el actual líder del Mundial, aunque el enemigo a batir sea Doohan, el actual campeón. El australiano ha ganado ya cinco carreras este año, por dos cada uno de los otros dos pilotos (la victoria supone 25 puntos; el segundo puesto, 20; el tercero, 16; el cuarto, 13; y el quinto, 11).
Los tres aspirantes apuestan por una carrera en grupo, intensa, con decisión muy al final, aunque con la tensión que soportan los tres y alguna lindeza que se han soltado, sobre todo el italiano y el australiano, pueden pasar muchas cosas a lo largo de las 25 vueltas.
Montmeló, por cierto, es un trazado proclive a buenas carreras: en 1995 ganó Crivillé; en 1996 lo hizo Carlos Checa; y el año pasado, Doohan tras una bella disputa con los dos pilotos catalanes.
Victoria 200
También Biaggi sabe lo que es ganar en Montmeló y los tres conocen al dedillo un circuito que beneficia a las Honda y en el que hay pocos puntos de adelantamiento. Ni siquiera, desde la perspectiva de la pista, supone una ventaja lo de correr en casa.Sí lo es, evidentemente, por el apoyo de los más de 60.000 espectadores que se esperan para hoy en el tercer gran premio que se disputa este año en España. La cita, inexcusable, está fijada para las dos de la tarde. Un triunfo de Àlex supondría la 200ª victoria del motociclismo español en el Campeonato del Mundo.
Todo lo que no sea la lucha entre Crivillé, Biaggi y Doohan pasa a un segundo plano.Hasta la aplaudida recuperación de Checa, que se ha estancado justo cuando mejor quiere hacerlo para agradecer a su público el apoyo prestado. "No voy cómodo con la suspensión", confesó el piloto de Sant Fruitós de Bages, que parece también algo descentrado por las discusiones respecto a su futuro. Ayer se clasificó en el puesto 12, superado por Sete Gibernau (Honda), que fue décimo, e incluso -cosa extraña- por su compañero de equipo, el estadounidense John Kocinski.
También las otras cilindradas reciben menos atención que en otras ocasiones, aunque, como ocurre en 500cc, igualmente está en juego todavía el nombre del campeón.
En 250cc, la pole-position fue para el italiano Loris Capirossi, y en 125cc la logró su compatriota Roberto Locatelli.
De los españoles, lo mejor lo hicieron Emilio Alzamora, décimo en la categoría más pequeña, y Luis D"Antin, el 16º en 250cc.
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