Ruiz-Gallardón rompe con los sindicatos después de que le llamaran "embustero"

¿A qué negociaciones afecta este desplante regional? Según Jesús Pedroche, a todas. O, como mínimo, a las de más alto nivel. Ningún responsable regional compartirá mesa con Comisiones Obreras ni UGT para avanzar en la negociación del convenio colectivo, la jornada laboral de 35 horas, el pacto por la escuela, el desarrollo del pacto por la estabilidad en el empleo o la prevención de accidentes en el tajo. Pedroche resumió la situación casi en forma de telegrama: "Con los sindicatos, sin rectificación, nada de nada".El grupo parlamentario socialista de la Asamblea de Madrid acusó a Ruiz-Gallardón de lanzar un "ultimátum provocador" contra los sindicatos.

Los sindicalistas no se impresionaron con el ultimátum. El secretario general de UGT, José Ricardo Martínez, rebajó ayer notablemente la tensión de su discurso, pero mantuvo intacto el fondo de sus críticas. "Insisto en que existe un acuerdo pactado por los sindicatos con la consejería de Educación y, por tanto, con el Gobierno regional. No quiero entrar en descalificaciones ni valoraciones personales, pero exigimos que el Ejecutivo cumpla con sus compromisos", expuso.

Martínez eludió mencionar con nombre y apellidos a Ruiz-Gallardón, pero recordó que los responsables políticos "están sujetos a consideraciones de todo tipo". Al final, la mano tendida: "No puedo rectificar, pero UGT no da por rotas las negociaciones con nadie".

En esa misma línea de suavizar en lo posible la situación, el otro líder sindical que debía "rectificar", Rodolfo Benito, no hizo ayer declaraciones. Sí que habló su secretario en la federación de Enseñanza, Jaime Cedrún, que apuntó: "El desmentido de Villapalos es mentira, y resulta fácil de descubrir. El consejero ya habló de sus negociaciones con los agentes sociales en el pleno monográfico de mayo. Están los diputados, los periodistas y el diario de sesiones como testigos". Cedrún especificó que el plan de mejora para la escuela se fraguó con reuniones semanales en la consejería de Educación, en las que él participó. "Este Gobierno intenta convencerme de que algunos días de mi vida no han existido", ironizó.

Ruiz-Gallardón invirtió la mañana, tras el Consejo de Gobierno, en la inauguración del colegio público de El Espinillo (Villaverde), donde no hizo declaraciones. Sin embargo, su discurso -leído en presencia de la ministra de Educación, Esperanza Aguirre- consistió en la confirmación de que su Administración impulsará un "plan de choque" para mejorar la escuela a partir del 1 de enero, el día de las transferencias. Incluso confirmó sin ambages que el sueldo de los profesores madrileños se equiparará al de los profesionales de las regiones que ya cuentan con las competencias educativas. Este aspecto figura explícitamente en ese acuerdo cuya paternidad reclaman los sindicatos, con una partida de 11.000 millones.