La CDU, a contracorriente

( . . .) Es cierto que el resultado de las elecciones bávaras sólo tiene un significado limitado para las elecciones legislativas que se celebrarán dentro de dos semanas. En Baviera se presentaba un presidente regional popular, cuya política es aprobada por muchos de los simpatizantes de otros partidos. En las elecciones federales se trata de Helmut Kohl, un canciller que ha perdido popularidad y cuya fecha de retirada desearían conocer los miembros de su propia coalición incluso aunque ganara. En Baviera los socialdemócratas no han puesto en primen plano, y por buenas razones, el duelo entre la candidata socialdemócrata, Renate Schmidt, y el cristianodemócrata, Edmund Stoiber. En el ámbito federal, Schróder centra progresivamente en lo personal la confrontación con Kohl. La reflexión sobre la influencia del "efecto Schróder" en las elecciones bávaras debe partir precisamente de estas condicione iniciales. Hay dos explicaciones: (…) la primera es que ni siquiera Schróder ha logrado, con su "vuelta a Baviera" convertir las elecciones regionales en un ensayo de las federales. (...) La segunda es que no hay tal "efecto Schróder'. (...) Quedan todavía 14 días. La CDU capitalizará en el ámbito alemán el resultado electoral de Baviera. Movilizará a sus partidarios y al menos despertará en los indecisos la impresión de que no todo está sentenciado. Por otro lado, la victoria de Stoiber no hace al anciano canciller ni más joven ni más popular. (...)

, 15 de septiembre