El Madrid defiende su título
El choque ante el Inter, un clásico en Europa, gira alrededor de Ronaldo
El Madrid comienza en Sevilla la defensa de su título de campeón de Europa. Se mide con el Inter de Milán (20.45 horas, TVE 1, estadio Sánchez Pizjuán) un equipo prestigioso por italiano, por los grandes contenciosos que ha mantenido con el Madrid y por la presencia de Ronaldo, un jugador que da empaque a cualquiera. Después de dos meses de oxigenación y descanso, el delantero brasileño retorna a la gran competición. Su capacidad de convocatoria es tan grande que su regreso tapa en buena parte la categoría de un duelo que figura entre los clásicos del fútbol europeo.Todo gira alrededor de Ronaldo. La expectación de la gente y de la crítica y también la atención de los protagonistas. Guus Hiddink, entrenador del Real Madrid, se refirió al brasileño con un admiración sin límites. "Cualquier equipo que cuente con Ronaldo sabe que tiene a doce jugadores", declaró Hiddink. Sobre el estado actual del jugador, Hiddink no quiso pronunciarse, pero añadió que "Ronaldo es como un puma: puede estar dormitando en un árbol y despedazarte en dos segundos".
Nada se sabe del estado de Ronaldo porque sólo ha jugado un partido desde la final de la Copa del Mundo. Aquel día sufrió unas convulsiones tan severas que algunos compañeros, entre ellos Roberto Carlos, las calificaron como un ataque de epilepsia. Salió a jugar la final, pero estaba aturdido. Si aquel episodio le ha dejado consecuencias físicas y anímicas, no se sabe. En Sevilla actuó con la amabilidad de siempre y pareció relajado.
Con Ronaldo en el centro del escenario, el Madrid se enfrenta a un adversario que representa el viejo mundo del fútbol italiano. Su entrenador, Luigi Simoni, es de los que predican un magma defensivo -bastante caótico por cierto-, un espíritu soldadesco y la confianza máxima en las habilidades de Ronaldo y Baggio. Djorkaeff estará en el banquillo. Ya lo dice Simeone, que parece bien versado en el italianismo: "No pueden coexistir dos jugadores originales en el mismo equipo". Así que Djorkaeff se va al banco.
El chileno Iván Zamorano podría acompañar a Ronaldo. Ex sevillista y ex madridista, el delantero regresa a sus orígenes en Europa: "Si me quieren hacer un partido de homenaje no podrían hacerlo mejor. Contra el Madrid, en Sevilla, y con los Biris [grupo ultra del Sevilla] coreando mi nombre".
El Madrid viene sin prejuicios. Se habló tanto de su inferioridad con respecto al Juventus, que la victoria en la final de Amsterdam ha multiplicado la confianza en el equipo. También se advierte una buena sintonía en estas fechas con el entrenador, un hombre que parece decidido a confiar en la posesión de la pelota como método de ataque y de defensa, con elaboración en el mediocampo y rechazo del pelotazo como alternativa a la transición. Para algunos de los capellistas que quedan en la plantilla es una mala noticia, pero el equipo da la impresión de haberse adaptado razonablemente bien a las exigencias de Hiddink.
Será interesante comprobar el resultado de la confrontación entre la amplia delantera madridista (Morientes, Mijatovic, Savio y Raúl) frente a la frondosa defensa interista, aunque ninguno de sus integrantes se distingue por su clase. Regresa Bergomi como el salvapatrias del Inter y eso lo dice todo. Bergomi ha visto pasar sus mejores años hace mucho tiempo, e incluso en sus mejores años no dejaba de ser un defensa pegajoso y nada más.
El problema para el Madrid puede ser su ansiedad y una incipiente inclinación a partirse por el medio, a dispersar sus líneas demasiado, con lo que eso significa de fatigoso para los jugadores, de desorden y de apertura de espacios para los rivales. Y si algo destaca en el Inter es la capacidad que tiene gente como Baggio (pasando) y Ronaldo (concretando) para arruinar la vida de los equipos despistados. En este sentido, el Madrid no puede permitirse los errores que le destruyeron frente al Chelsea en la final de la Supercopa. En ningún caso debe convertirse en un equipo con tres defensas, cuatro delanteros, un lateral que va a su aire (Roberto Carlos), un centrocampista poco atento a sus obligaciones tácticas (Seedorf) y un medio (Redondo) aislado y rodeado de enemigos por todos los costados. Ese es el peor escenario posible, el que se vio frente al Chelsea. Si aquello fue una excepción, el Madrid no debe desconfiar. Parece un equipo más definido y con mejores jugadores que el Inter, siempre y cuando a Ronaldo no le dé por ser el mejor Ronaldo posible.
En la víspera del encuentro pareció que el partido no despertaba mucha ansiedad en los jugadores, como si el duelo llegara demasiado pronto y como si hubiera tiempo por delante para recuperarse de cualquier contratiempo. Pero esa percepción es falsa. Los madridistas no pueden permitirse deslices. En Europa conviene acertar al primer disparo. Eso hizo el Madrid el pasado año y fue de tirón hasta la final.
Real Madrid: Illgner; Panucci, Hierro, Sanchis, Roberto Carlos; Raúl, Seedorf, Redondo, Savio; Mijatovic y Morientes:
Inter de Milán: Pagliuca; Galante, Bergomi, Fresi, Zanetti; Winter, Simeone, Cauet; Baggio, Zamorano y Ronaldo.
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