La esposa de "Arkan", presidenta del Obilic, se sienta en el banquillo
Lo primero que se advierte en la presidenta del Obilic es la enorme cruz ortodoxa, una estrella de plata, que brilla entre las curvas de su pecho. "Tengo 25 años", engaña. Se llama Svetlana Raznjatovic, es una estrella del folklore yugoslavo, y es la esposa del líder nacionalista serbio Zeljko Raznjatnovic, Arkan, presunto criminal de guerra perseguido por la Interpol y dueño del Obilic. "Nos casamos en 1993", recuerda. Fue en plena guerra civil en los Balcanes. Por entonces, Arkan y su grupo de guerrilleros, Los Tigres, ya eran célebres por sus acciones en Bosnia.Ella es la cara visible de la dirección de un club surgido de la intrascendencia de la tercera división yugoslava, y que, en su primer año en la división mayor, consiguió el campeonato imponiéndose a históricos como el Partizan o el Estrella Roja, en plena crisis económica de posguerra.
El club representa los valores más encendidos del nacionalismo serbio. "Los jugadores le tienen miedo a Arkan", comentaba ayer Kunovac Resad, ex técnico serbio del Atlético, que ayer se acercó al hotel de concentración del Obilic.
En el salón, Svetlana conversaba con el técnico Ostojic, que parecía inquieto. Svetlana decía que esa noche quería sentarse en el banquillo del Calderón, junto a él. Un hecho inédito que la presidenta explicó con firmeza irrefutable: "Quiero acompañar a los jugadores". Dicho y hecho.
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