La decepción de Zülle
Día de descanso. Jornada para la reflexión. Tiempo de relajamiento físico, no psíquico. Alex Zülle está decepcionado. La contrarreloj de Alcúdia no fue como la había previsto. Esperaba estar cerca o en los mismos tiempos que Abraham Olano. Él mismo ha reconocido que no tuvo su día, las piernas no le funcionaron a medida que iban pasando los kilómetros.La jornada de descanso le ha venido bien para reflexionar. A medida que transcurría el día festivo, Alex se ha ido tranquilizando. ¡Qué hartón de comer se pegó en la noche del domingo, antes de volar hacia Barcelona! Se notaba que estaba todavía nervioso. Se tragó un plato de espaguettis, otro de arroz y crema catalana. Se come bien en Cataluña. Lo digo por la crema catalana. Hasta el cocinero se extrañó de lo que tragó Zülle.
Se ha descansado pero sin olvidar el entrenamiento. Las piernas no pueden parar. El Festina ha dedicado cerca de dos horas para rodar unos 60 kilómetros. No ha sido un paseo relajante. Todo lo contrario. Hemos transitado por una zona muy concurrida por camiones, entre Sant Just Desvern, lugar donde se encuentra nuestro hotel, y Rubí. Tuvimos que luchar constantemente con el tráfico.
El Banesto, Vitalicio, Mapei y Polti se alojan en el mismo hotel que el Festina. Hablamos entre nosotros. A los del Banesto se les ve contentos. Normal. Nos centramos en la etapa de montaña entre Vic y Andorra. Será duro y puede decidir. Los que pueden hacer daño son los del Kelme. Atacarán seguro. Nosotros, el Festina, tenemos nuestras opciones. Zülle está convencido. Por lo tanto, también atacaremos, pero con cautela. ¿Dónde? El alto de la Comella es el previsto en el guión. Alerta a las sorpresas.
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