Zaplana invitará a UV a dejar el Consell si sus socios caldean el debate de política general

Fernando Castelló, portavoz del PP, definió ayer el inminente debate de política general como una revisión de toda la legislatura y señaló como único rival al PSPV, "la única alternativa real". Pero la oposición de Unión Valenciana a la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y las críticas de los regionalistas hacia la "deslealtad" de los populares, que sacaron adelante la proposición sobre la entidad normativa con apoyo socialista son insoslayables. Sin embargo, Eduardo Zaplana lo tiene fácil, si UV caldea el debate, invitará a sus socios a dejar el Consell.

El guión tiene resonancias que recuerdan al debate celebrado hace un año. Entonces, cuando Fermín Artagoitia, portavoz regionalista, elevó el tono, Zaplana expresó cierta perplejidad, invitó a UV a dejar el Consell y destacó como contrapunto la buena disposición y voluntad de trabajo de los dos regionalistas integrados en el gobierno autonómico valenciano. El último debate de política general de la presente legislatura tendrá como referente, según Castelló, el discurso de investidura del presidente. Los populares aseguraron que Zaplana aportará datos "reales" para demostrar cómo ha cumplido la inmensa mayoría de sus compromisos electorales. Pero los regionalistas acudirán a la letra del acuerdo de gobierno revisado por Héctor Villalba para destacar los incumplimientos en materias como la liberación del peaje de la A-7; la negativa del Estado a romper la caja única de la Seguridad Social y ceder las competencias del Inem relativa a distribución de subsidios por desempleo; o las deficiencias en infraestructuras hídricas en territorio valenciano. El primer gesto de Zaplana será de asombro. Ante un socio se da por entendido que las divergencias se arreglan en privado, "en la comisión de seguimiento del pacto", en palabras de Castelló. Corresponde a Artagoitia regular la temperatura del debate, pero las últimas declaraciones de los regionalistas saldrán a relucir en la tribuna. El acuerdo entre populares y socialistas en torno a la creación de una nueva entidad que debe definir la normativa del valenciano ha provocado las iras de los regionalistas, que asisten a la caída de una de sus banderas más definidas. Pero si Artagoitia aprieta el acelerador, saca a relucir "la deslaltad" de sus socios y hurga en la herida del escaso peso político de Zaplana en Madrid, el presidente se limitará a invitarle que abandone el gobierno, un brete que los regionalistas no tienen fácil resolver. El papel de Artagoitia se puede complicar, además, por la iniciativa que los jóvenes regionalistas tienen previsto plantear mañana al Consell Nacional de UV exigiendo la ruptura del pacto y por la rebelión de un grupo de militantes de Elche.