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Dos detenidos por camuflar cultivos de marihuana en campos de maíz

Los Mossos d"Esquadra detuvieron en la madrugada del lunes a los dos presuntos responsables de siete plantaciones de marihuana camufladas entre la espesura de campos de maíz de Colomers (Baix Empordà) y Cassà de la Selva y Llagostera (Gironès). Desde principios de semana, la policía autonómica ha intervenido unas 1.500 plantas, aunque no descarta hallar nuevas plantaciones clandestinas. Los detenidos pasaron ayer a disposición judicial acusados de un delito contra la salud pública.

La policía autonómica empezó ayer a arrancar las plantas ilegales, que los detenidos habían plantado entre abril y mayo en campos de grandes dimensiones y apartados de núcleos habitados. Los detenidos no eran los propietarios de los campos, pero controlaban lo que se cultivaba en ellos. Los dos detenidos, uno de los cuales tiene antecedentes penales, pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Olot, acusados de un delito contra la salud pública. La policía halló en el domicilio de los detenidos una pequeña cantidad de marihuana y una agenda donde se documenta el cultivo del Cannabis sativa y que incluye supuestas anotaciones sobre la situación y los progresos de las distintas plantaciones. Las plantas ilegales ocupaban siempre entre cuatro y seis hileras en la parte central de los campos, con una longitud total de entre 80 y 100 metros. Eran muy difíciles de detectar porque quedaban a una altura sensiblemente inferior a la del maíz. Los cultivos preexistentes eran arrancados para dejar sitio a las nuevas plantas, que, según la policía autonómica, eran trasplantadas en un primer estadio de su crecimiento. El cannabis, también conocido como cáñamo indico, es una planta herbácea con un ciclo vital anual muy parecido al del maíz. Ambas pueden crecer entre 1 y 3 metros de altura, se plantan en primavera, y se recogen pasado el verano. La mayoría de los campos disponía de riego por aspersión, lo cual hacía innecesario cualquier otro cuidado hasta el día de la recolección. Entre el maíz, las plantaciones de cannabis quedaban también resguardadas del viento, que influye negativamente en su crecimiento. Las primeras denuncias de la existencia de estos cultivos ilegales fueron recibidas por la Policía Local de Cassà de la Selva durante el pasado mes de julio. En esta localidad, los Mossos d"Esquadra han localizado cuatro plantaciones con unos 820 ejemplares casi a punto para la recolección. En Colomers se han encontrado dos plantaciones con 410 plantas y en Llagostera otra plantación con 220. Cada una de las plantas intervenidas por la policía mide entre uno y dos metros de altura, tienen grandes hojas de un verde oscuro e intenso y pesan entre 0,5 y 1,5 kilos. En los brotes florales femeninos es donde se concentra la mayor parte de la secreción resinosa que tiene propiedades narcóticas, euforizantes y alucinógenas. De cada kilo en bruto pueden extraerse unos 250 gramos de resina de hachís, sustancia para el consumo, usualmente para ser fumada. La policía autonómica ha explicado que el precio en el mercado de la marihuana, una vez manipulada, es de unas 250.000 pesetas el kilo. Los Mossos d"Esquadra no descartan hallar nuevas plantaciones clandestinas y ha solicitado la colaboración ciudadana, especialmente de los agricultores, para que presenten denuncia si detectan la presencia de marihuana camuflada en los campos.

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