La oposición arremete contra la adjudicación de otro complejo de ocio en el puerto de Alicante

La adjudicación, el miércoles, de un segundo complejo de ocio en el puerto de Alicante a la mercantil Marina de Poniente, que construirá en el muelle sur una decena de cines, treinta locales comerciales, un paseo y un aparcamiento, desató ayer las iras de la oposición municipal. Representantes del PSPV, EU y NE arremetieron contra el presidente de la Autoridad Portuaria, Mario Flores, por negarse a convocar un concurso público y dejar el desarrollo de la fachada litoral sur en manos de la empresa que ostenta la concesión para explotar el muelle desde 1960, y evitar así un rescate millonario.

La oposición se mostró ayer unida a la hora de atacar el proyecto al que se ha dado luz verde, que a su entender configurará una pantalla arquitectónica en el litoral que llegaron a comparar con el Hotel Meliá y otras aberraciones urbanísticas erigidas durante la dictadura. El alcalde Luis Díaz Alperi, por su parte, salió al paso de las críticas asegurando que la propuesta seleccionada no es definitiva, y que tendrá que ser modificada "para ajustarse a la normativa municipal". Alperi aseguró que el proyecto es provisional, y que corresponde al Ayuntamiento conceder licencia de obra una vez superadas las carencias, punto que asumió el Consejo de Administración del puerto antes de votar. La polémica adjudicación ya ha llegado a instancias superiores por doble vía. Por una parte, el senador Ángel Franco solicitó ayer mismo una comparecencia ante la Cámara Alta de Fernando Osorio, presidente del ente público Puertos del Estado, "para que explique cómo puede adjudicarse a dedo una obra de ese calado sin convocar un concurso público como marcan las leyes". Preguntas al ministro Por otra parte, también ayer el diputado nacional por NE, Manuel Alcaraz, presentó en el Congreso una pregunta similar que tendrá que responder el ministro de Fomento. El grupo municipal de EU responsabilizó de la situación al alcalde Alperi, que apoyó la concesión con su voto en calidad de integrante del Consejo de Adminsitración del puerto de Alicante. Para el portavoz del grupo, José Luis Romero, el primer edil actuó de forma "temeraria" por pronunciarse sin consultar previamente con el resto de formaciones políticas que integran el Consistorio. El PSPV, por boca de su secretario general y senador Ángel Franco, calificó la operación de "cacicada", y acusó al PP de favorecer los intereses de sus afines "con la única premisa de repartir cuantiosos beneficios económicos sin tener para nada en cuenta que está decidiendo el futuro de una de las zonas más importantes de la ciudad". Para los socialistas, el respeto al entorno urbano y el funcionamiento democrático de las instituciones públicas "no son premisas" en el funcionamiento diariuo del PP. "Ellos prefieren mantener un comportamiento choricil aunque le cueste dinero a la ciudad", señaló el senador Franco. "Lo más importante para el PP", añadió, "es actuar guiados exclusivamente por criterios económicos y repartir entre sus amigos inversiones supermillonarias". Marina de Poniente, firma que partía de una posición ventajosa por su condición de concesionaria, pretende levantar la pantalla de cine más alta de Europa. El proyecto ocupará la dársena interior de la zona occidental del puerto, y la adjudicataria pagará al puerto el 5% de la facturación: unos 3.100 millones de pesetas en los próximos 30 años en el peor de los casos.