La urbanización de El Poal cuesta a los vecinos 1.000 millones

Castelldefels ha concluido uno de sus proyectos más importantes de los últimos años: la reurbanización de El Poal, un barrio levantado en la falda de la montaña hasta el pie de la carretera comarcal C-245, a la salida del núcleo urbano. El Ayuntamiento está satisfecho con la finalización del proyecto, pero más lo están los vecinos. No en vano, los habitantes de El Poal han sido los que han tenido que sufragar de su bolsillo la práctica totalidad del coste de las obras: el 90% de los 1.028 millones que han sido invertidos. El Poal, un barrio en el que las casas se construyeron antes que las calles, ha sufrido un lifting urbanístico. Se han renovado el pavimento, el alumbrado y la red de alcantarillado de aguas pluviales y fecales. El concejal del área de Obras y Servicios, Francesc Bercero, agradeció ayer "la voz crítica y exigente" de los vecinos, que han hecho un estrecho seguimiento de las obras. Cuando más hicieron sentir los vecinos esa voz crítica fue cuando las máquinas empezaron a arrancar los árboles que daban sombra a las calles. La actuación provocó la queja airada de un grupo de vecinos, que denunció la eliminación de más ejemplares previstos inicialmente, y hasta llegaron a crear una asociación en su defensa.