Pre-Textos recoge las reflexiones existenciales del poeta César Simón en su diario póstumo

Con la ayuda de su hijo, César Simón preparó con mucho cuidado sus anotaciones personales que debían convertirse en el libro que continuara las reflexiones de su diario Perros ahorcados. Ya gravemente enfermo, el poeta no dejó de interesarse por su nuevo libro que la editorial valenciana Pre-Textos sacará a la venta a finales de este mes bajo el título En nombre de nada. Se trata del diario póstumo del poeta fallecido en diciembre del pasado año, "un testimonio humano impresionante y una de las obras más existenciales del autor", a juicio del editor Manuel Ramírez.

César Simón era consciente de la proximidad de la muerte a causa del cáncer que padecía cuando escribió los textos que integran su diario póstumo. El existencialismo que nutre toda su obra literararia, en su mayoría poesía, es todavía más patente en este libro. "Aunque a él no le gustaría el término, el componente filosófico es muy acusado", apunta Ramírez, a cuya editorial el poeta encomendó la publicación de En nombre de nada. Pre-Textos también editó Perros ahorcados en 1997. Entre estos dos libros existe una clara continuidad estilística y temática. En ambos el poeta encabeza sus anotaciones con la fecha e incluso la hora en que las redactó. El misterio, el agnosticismo, la descripción de sensaciones y de atmósferas son constantes tanto en su obra narrativa como poética. Pero la "casi premonición de la muerte", como comentó Ramírez, confiere una mayor profundidad a los textos de su diario póstumo. La mirada del poeta se fija en aspectos en los que antes no se detenía para describir con detalle, si bien no le resultaban ajenos. La infancia es uno de los temas recurrentes en los pensamientos que recoge En nombre de nada. También las meditaciones sobre la literatura y la filosofía ocupan muchas páginas. Azorín, uno de sus escritores más admirados, Miguel de Unamuno, Nietszche, Ortega y Gasset o Schopenhauer son objeto de los comentarios de César Simón, quien hasta meses antes de su fallecimiento impartió clases de Teoría de la Literatura en la Facultad de Filología de la Universidad de Valencia. También la imagen de la casa vacía, de Templo sin dioses, como se llama el libro con el que obtuvo el Premio Internacional de Poesía Loewe en 1996, está presente en el diario póstumo de César Simón, cuyo prólogo ha redactado el también poeta Carlos Marzal. Éste ha realizado un sentido homenaje a su compañero y amigo y se centra en la cuestión del misterio, como una de las constantes a lo largo del libro y de toda su obra. El misterio Nacido en Valencia en 1932 y familiar de Juan Gil-Albert, César Simón fue, de hecho, un escritor misterioso como se desprende de su producción literaria y de su proceder. "El misterio permanece dentro de nosotros, que somos nuestro propio templo", ha dejado escrito el poeta, cuyos escritos no se dieron a conocer hasta mucho después de iniciar su trayectoria litearia. En este sentido está considerado como un escritor tardío, cuyo reconocimiento literario llegó en los últimos años de su vida. Su estilo es conciso y depurado, y conforme se avanza en su obra se despoja aún más de lo accesorio. Los poetas Carlos Marzal y Vicente Gallego están ordenando el material inédito que ha quedado de César Simón, principalmente poemas y algunas narraciones, para su posible publicación. Jenaro Talens publicó en la colección de poesía que dirige en Hiperión el último libro de poemas de César Simón, titulado El jardín.