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El mejor bateador toma creatina y un anabolizante permitido en béisbol

Mark McGwire, el bateador que acaba de hacer historia en el béisbol al superar un récord mítico en el deporte más tradicional norteamericano, ha creado un nuevo gran escándalo sobre el dopaje. El fornido jugador pelirrojo de 1,95 metros de estatura y 111 kilos de peso, que ha mejorado el récord del mítico Roger Maris, al conseguir más de 50 home runs (carreras completas al batear fuera del terreno de juego) en tres temporadas consecutivas, ha declarado que toma el anabolizante androstenediona, una hormona que potencia la musculatura. Este producto, prohibido en la lista del Comité Olímpico Internacional, e incluso en otros deportes profesionales norteamericanos más rudos, como el fútbol rugby, el hockey hielo o el baloncesto, está permitido en el béisbol. Es un ejemplo más de la diferencia de criterios que existe aún en el mundo sobre el control del dopaje. Recientemente, el campeón olímpico y plusmarquista mundial de lanzamiento de peso, Randy Barnes, sí ha sido sancionado por dar positivo en un control con la misma androstenediona. En atletismo sí está prohibido. McGwire señaló que otros jugadores usan este anabolizante, pero muchos lo han negado, como su gran rival ahora entre los mejores bateadores, el dominicano Sammy Sosa, que le persigue en home runs.McGwire, que gana 1.200 millones de pesetas anuales en los Cardinals de San Luis, admitió, como Sosa, que también que toma creatina, un producto que no es considerado dopaje, al tratarse de un aminoácido que produce el propio cuerpo y abunda en la carne y algunas frutas, como los arándanos. Su ingestión suplementaria sirve de reconstituyente muscular y en el fondo tiene un efecto similar, aunque menos exagerado, que los esteroides. Está muy extendido en bastantes deportes y no hace demasiado tiempo ha entrado en el fútbol. En Italia, donde las acusaciones del entrenador del Roma, el checo Zdenek Zeman, de que jugadores del Juventus como Del Pierro o Vialli tenían una musculatura exagerada, ha provocado la apertura de investigaciones judiciales y del Comité Olímpico Italiano. Esta última ha descartado el dopaje, pero ha advertido sobre el peligro del abuso de reconstituyentes como la creatina.

Los jugadores del Juventus han reconocido su uso, y también los de otros equipos. En España lo ha admitido el Real Madrid, pero está igualmente generalizado. La discusión es si una sobredosis, como primer problema, produce lesiones.

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