Un dirigente del PSOE condiciona su cargo a la autovía de Motril

Un alto cargo del PSOE de la localidad granadina de Motril, Nicolás García, actual teniente de alcalde y vicesecretario general socialista, retó ayer a los cargos provinciales del Partido Popular con el anuncio de que, si en el año 2001 la autovía Granada-Motril está terminada, él dimitirá de todos sus cargos y abandonará la vida pública. En caso contrario, añadió, pidió que el presidente provincial del PP en Granada, Juan de Dios Martínez Soriano, haga exactamente lo mismo. García fue tajante en su desafío al PP: "Si quieren eliminar a un adversario político", dijo refiriéndose a sí mismo, "lo único que deben hacer es tener la autovía terminada para el 2001, porque yo me comprometo a que si para ese año la autovía de Motril está en Motril, yo dimitiré de todos mis cargos tanto orgánicos como institucionales". El actual teniente de alcalde entra así en la polémica que en los últimos meses viene enfrentando al alcalde motrileño, Luis Rubiales, con el máximo responsable de los populares granadinos, Martínez Soriano, en torno al fin de las obras de la autovía, una de los grandes asuntos pendientes del Gobierno central para con el desarrollo de Granada. El PSOE acusa a los populares de estar engañando a la opinión pública, en tanto que éstos responden alegando que las obras ya han comenzado en su primer tramo. Mismo reto para el PP Nicolás García señaló ayer que era materialmente "imposible" que la autovía estuviera concluida para el año 2001 y retó a Martínez Soriano que hiciera pública su decisión de dimitir de todos sus cargos si la autovía no está terminada en esa fecha, como ha hecho él mismo. Por el momento, la actual carretera N-323 que une Granada con Motril es uno de los grandes puntos negros en la red nacional de carreteras. Por término medio, un vehículo tarda más de tres horas en recorrer los 69 kilómetros que unen la capital con la costa los fines de semana.