"Quiero que mi equipo sea una máquina de guerra", dice Ranieri

"Quiero que mi equipo sea una máquina de guerra. Sin sentimientos. Eso es lo que pido". El técnico italiano del Valencia, Claudio Ranieri, acudió ayer a la terminología militar para evitar la relajación de su equipo esta noche ante el Salzburgo austriaco en la final de la Intertoto, (Mestalla, 22.00). El Valencia está tan asomado a la UEFA que casi se cae dentro. Pero antes debe hacer valer su ventaja del partido de ida: 0-2. Nada difícil si se piensa en la extrema debilidad del conjunto austriaco dirigido por Hansi Krankl.Pero el Valencia tampoco anda fino. Tiene a algunos de sus mejores hombres en crisis. Adrian Ilie, Popescu y Djukic llegaron cansados del Mundial y el técnico, Claudio Ranieri, les dio su tiempo para recuperarse. Ahora, en cambio, Ranieri quiere que Ilie adquiera ya el tono, sobre todo porque su hermano Sabin -fichado este verano- no ha dado la talla. Pero también porque el entrenador romano no puede contar con la estrella de esta edición de la Intertoto, el extremo argentino Claudio Piojo López, que ha anotado cinco de los nueve goles de su equipo en esta competición, y que disfruta ahora de unas vacaciones que no tuvo tras el Mundial, pues disputó las primeras eliminatorias de la Intertoto. "Prefiero a Adrian antes que a Sabin, aunque sin desmerecer a este último", reconoció Ranieri. El Valencia ha cuajado un torneo impecable: ha eliminado al Jaroslav ruso, al Espanyol y, si se confirma esta noche, al Salzburgo.

Ranieri pretende que su equipo juegue "a tope" y que sea un ensayo para el estreno liguero ante el Atlético del sábado en Mestalla (22.00). El Salzburgo, penúltimo en la Liga austriaca, llegó ayer a Valencia muy mermado: faltan seis de sus titulares.

Alineaciones:

Valencia: Cañizares; Angloma, Roche, Björklund, Carboni; Angulo, Mendieta, Schwartz, Farinós; Lucarelli y Adrián Ilie.

Salsburgo: Satar; Winklhofer, Furstaller, Huetter, Ibertsberger, Laessig, Nikolic, Aigner, Amerhasuer; Koejoe y Sabitzer.