Joven acusada en busca de pruebas
Silvia Vidal, de 22 años, estudiante de Humanidades, dice que vive "una pesadilla hecha realidad". Ella y su compañero Roger fueron acusados de un delito de robo con intimidación y encarcelados. Aunque la joven ha podido salir de prisión bajo fianza, su compañero continúa entre rejas. Ahora, Silvia quiere ponerse en contacto con las personas que presenciaron aquella pelea para que declaren ante el juez. La joven declara: "Cuando mi compañero y yo volvíamos a casa el día 9 por la noche, al pasar por delante de una tómbola de la feria, una mujer nos arrojó un papel. Roger le dijo que podría tirar la basura a otro sitio y surgió una discusión sin importancia". "De repente, salió un hombre con una barra de hierro y nos agredió. Algunas personas que estaban en una terraza de la Rambla intervinieron para evitar que acabásemos heridos". Como resultado de aquella agresión, la pareja sufrió contusiones varias, aunque ninguna fractura. Los encargados de la tómbola, sin embargo, explicaron una historia completamente diferente ante la policía mientras la pareja era atendida en el hospital. Según consta en la denuncia que presentaron en la comisaría de Vilanova, la pareja de jóvenes intentaron llevar a cabo un "robo con intimidación". Los denunciantes afirmaron que el joven llegó a esgrimir una botella de vidrio rota como arma. Habría sido entonces cuando el encargado de la tómbola salió y se produjo "un intercambio de golpes", según han informado fuentes policiales. Silvia Vidal afirma que la versión de los feriantes es "estúpida" y que su compañero no llegó a esgrimir arma alguna. En cualquier caso, cuando la pareja estaba en el hospital se presentó una patrulla de policía a buscarlos. "Nosotros pensamos entonces: "Ah, muy bien. Nos llevan a comisaría para que podamos presentar la denuncia por agresión", relata. La sorpresa fue, explica la joven, cuando al llegar allí la policía les comunicó que quedaban detenidos. Aquella misma noche la pasaron en el calabozo. El lunes por la mañana, declararon ante la juez de instrucción. Debido a que las declaraciones de ambas partes eran radicalmente diferentes, se prorrogó su detención un día más. El martes, los feriantes se ratificaron en su declaración y la juez ordenó el ingreso preventivo en prisión. Roger A. P., un joven de 18 años en paro, fue trasladado hasta el Centro Penitenciario de Jóvenes de la Trinitat, mientras que Silvia fue llevada a la prisión de mujeres de Wad Ras. La abogada de Silvia presentó un recurso para que ésta pudiera salir de prisión. Por fin, el pasado día 18 fue puesta en libertad después de haber depositado una fianza de 100.000 pesetas. "Ha sido una pesadilla. Todavía no me lo puedo creer", explica la joven, que piensa que ella y su compañero fueron tratados injustamente porque él habitualmente viste como un punki y es conocido por la policía por anteriores incidentes. En una carta dirigida a la prensa comarcal, la joven pide "ayuda a las personas que pudieron ver los hechos para que se haga justicia".
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