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MOTOCICLISMO : GRAN PREMIO DE LA REPÚBLICA CHECA

Crivillé y Checa brillan a la vez

Àlex ( 2º) sigue luchando por el título, y Carlos (7º) confirma su recuperación

Curioso contraste el de ayer al final del Gran Premio de la República Checa. El segundo clasificado, Àlex Crivillé, subido en el podio, con rostro decepcionado: el séptimo, Carlos Checa, un poco más allá, con sonrisa de oreja a oreja. Uno, convencido de que tenía que haber ganado la carrera de 500 cc y de que podía haberlo hecho. El otro, satisfecho por confirmar su triunfo sobre la adversidad, volviendo a ser competitivo sólo siete semanas después del grave accidente que le tuvo en situación crítica.Cada una de las dos grandes estrellas del motociclismo español dio a su resultado la justa medida de su valor. A Crivillé le quedan cinco carreras para pelear por el título mundial ya que ahora, gracias a la caída de Mick Doohan en la primera vuelta, es segundo, a 11 puntos de Max Biaggi, vencedor de la carrera en Brno, en la que otro catalán, Sete Gibernau, se clasificó sexto. A Checa lo que no le queda es ninguna duda de que vuelve a ser el de antes de su desgraciada experiencia.

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El disgusto de Crivillé tiene aspecto de buena señal. Su cabreo significa que quiere más, que no es ese tipo conformista que algunos dicen. Ayer ofreció sus dos caras. Primero, mediada la carrera, no asumió el riesgo máximo que necesitan los campeones cuando su neumático le avisó un par de veces. Después, en las dos últimas vueltas, sus adelantamientos al japonés Tadayuki Okada y al brasileño Alexandre Barros pusieron los pelos de punta. Pero ya era tarde para cazar a Biaggi. Quizá con una vuelta más...

"Sí, pero no", contestó Crivillé a la tópica pregunta sobre su satisfacción. Perdió una buena oportunidad, pero su candidatura en el Mundial sigue siendo firme. "El campeonato está completamente abierto", dijo. "Quedan cinco grandes premios, hay que repartir todavía 100 puntos y creo que los tres tenemos las mismas posibilidades de lograr el título". Tras su victoria de ayer, Biaggi suma 173 puntos, por 162 del piloto catalán y 160 de Doohan.

El tetracampeón australiano falló por tercera vez esta temporada. Se cayó en la primera de las 22 vueltas cuando la moto se le marchó de delante. "Todo el año estamos teniendo problemas con la maldita suspensión", explicó después de ver la imagen repetida en televisión. Su accidente, cuando viajaba segundo, dejó la prueba huérfana de su habitual punto de referencia. Doohan es el rey, ejerce como tal y todos lo saben. "Parece que sólo son capaces de ir deprisa cuando yo voy delante y les arrastro", comentó. Hoy permanece en Brno para buscar soluciones a su problema de cara a la siguiente carrera, que se disputa en Imola el 4 de septiembre.

Biaggi asumió el papel de nuevo jefe y tiró del grupo de cabeza. Junto a Barros, Crivillé y Okada rodaron en fila hasta el final, esperando a la última vuelta para atacar. Àlex empezó a notar la degradación de sus neumáticos y aflojó un poco. Entonces no tuvo la capacidad para sufrir, para arriesgar, y las vueltas que bajó el ritmo le costaron caras. Se descolgó ligeramente del grupo y pareció que perdió su opción de subir al cajón. Pero reaccionó a tiempo y se exhibió en el momento del desenlace, marcando la vuelta más rápida de la carrera en el último giro. Ese Crivillé es el que aún puede ser campeón del mundo.

Su colega Checa no piensa en el título para esta temporada, pero desde ayer tiene claro que ese sueño puede cumplirse pronto. El piloto de Sant Fruitós de Bages cumplió la fase final de su milagro personal. "Con todo lo que ha pasado, el accidente, las lesiones, la caída del sábado, estoy supercontento con este resultado", explicó. "Esta vez mi lucha no era contra los demás sino contra mí mismo, y he vencido".

Además del séptimo puesto, que le mantiene cuarto en la general del Mundial, Carlos sorprendió por el ritmo constante que tuvo a lo largo de la carrera. Su recuperación es un hecho. "Este gran premio tenía un significado especial", dijo, "a partir de ahora todo vuelve a ser normal. Me encuentro bien y voy a luchar por conseguir algún triunfo antes de que termine la temporada". Checa ha pasado en 50 días de estar en una cama de la UVI del Queen"s Medican Centre de Nottingham a acabar séptimo de un gran premio de 500 cc a sólo 16 segundos del vencedor. Pero eso ahora ya está olvidado.

Uno de los pilotos con los que se peleó Checa ayer fue Sete Gibernau. El barcelonés realizó una de sus mejores carreras. Viniendo desde atrás, se añadió al segundo pelotón y acabó sexto. El cuarto español de 500cc, Juan Bautista Borja, se clasificó 17º.

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