Los gitanos exigen en su Congreso Nacional el final del racismo que sufren desde hace 475 años

Vivir como unos españoles cualesquiera y que se acabe el racismo que padecen desde su llegada a España, hace ahora 475 años. Ésa es la principal petición que aprobará hoy el Congreso Nacional Gitano, que se celebra desde ayer en la localidad madrileña de Leganés. Unos 10.000 participantes llegados de todo el territorio nacional están analizando este fin de semana todos los problemas que sufre el colectivo. Los asistentes al congreso quieren el final de actitudes discriminatorias que les obligan a vivir en "la absoluta marginalidad". Esgrimen para ello estadísticas según las cuales el 60% de la población revela actitudes racistas. Los estudios que maneja el colectivo gitano afirman que el 40% de los españoles no estarían dispuestos a casarse con un gitano. Uno de los asuntos que más les preocupa es que el 35% de la juventud apoye la expulsión de la comunidad gitana. "Eso es lo que no podemos permitir en una sociedad como la española, que es una democracia desde hace más de 20 años. Son tan racistas que quieren acabar con sus propios compatriotas, porque somos españoles igual que ellos", protesta Nicanor Suárez Lozano, presidente de la Confederación Unión Gitana, a la que pertenece el 75% de la etnia gitana de España.

Madrid, el caso más grave

Según los responsables del congreso, el racismo contra los gitanos está extendido por todo el territorio nacional. Ahora ponen el acento en Madrid, donde se viven, dicen, los brotes más fuertes. Recuerdan incidentes como el vivido hace unos tres años en la localidad de Móstoles. Aquí los padres de un colegio salieron a la calle para impedir que niños gitanos fueran escolarizados con sus hijos. "Actos como éste no pueden permitirse en un estado de derecho como España", concluyen los organizadores. Los convocantes del congreso (la Iglesia Evangélica de Filadelfia, la Federación Maranata y la Asociación Gitana de la Comunidad Valenciana) defienden campañas de concienciación que permitan poner fin al racismo. El papel más destacado se lo atribuyen a las instituciones públicas. "No han sido capaces de defendernos en los 475 años que llevamos en España, pero ahora disponen de un instrumento como es la Constitución y su artículo 14, que defiende la igualdad de todos los españoles", argumenta Suárez Lozano.

También exigen a los medios de comunicación que no se limiten a dar una imagen negativa de su etnia. En opinión de Suárez Lozano, la prensa sólo presenta a la comunidad gitana en sucesos o casos de marginalidad: "A nadie se le ocurre sacar las fábricas textiles que tenemos, por ejemplo, en Mataró, ni los abogados, profesores y anticuarios gitanos que trabajan en toda España". Los 10.000 asistentes al congreso elegirán hoy a sus responsables autonómicos. Las plazas más disputadas son las de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Aquí se presentan hasta tres candidatos para los cargos, al tratarse de las más importantes. A nivel nacional repetirá el burgalés Luis Jiménez, de 55 años. Éste lleva 15 años en el cargo.