Honestos, pero no tontos
Una dama, altísima en el PP en cuanto a lazos familiares, anecdóticamente puso de relieve, con ocasión de las crisis bursátiles en Asia, la mentalidad inconmovible de la derecha: "... Pero ¡la Bolsa española no ha bajado!". Su propio cónyuge le hizo notar, disimuladamente avergonzado ante tamaña ingenuidad y desinformación, que el día antes había descendido en Madrid nada menos que 3,64 puntos el índice de cotización. Se dirá: ¡qué bobada! Pues no: a lo bobo o a lo listo, la derecha siempre cierra filas unánimes sobre sí misma. "Right or wrong, it is my country" ("Con razón o sin ella, es mi país"). La izquierda, por contra, si de un lado se fracciona cainitamente, de otro se angustia y se atormenta ella solita de feroces autocríticas en la plaza pública, dando el trabajo hecho a la derecha. Seamos honestos y autoexigentes, proclamemos con autenticidad el Estado de derecho (en el que la derecha no ha creído nunca): todo ello, además de ser justo y necesario, nos diferenciará esencialmente de la derecha. Seamos honestos, pero no seamos tontos.- .
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