La francesa Arron asombra en los 100 metros

Christine Arron, la última joya antillana pulida en Francia por Jacques Piasenta, amenaza el planeta Marion Jones. Nadie se ha atrevido con la estadounidense este temporada, pero Arron parece dispuesta a presentar su candidatura en la prueba de los 100 metros. Su victoria en Budapest fue clamorosa. Batió el récord de Europa, con 10.73 segundos y se colocó a sólo dos centésima de la mejor marca mundial del año, de Marion Jones por supuesto. La final alcanzó una altura impensada. Cuatro atletas, Arron, Privalova (Rusia), Thanou (Grecia) y Pintusevich (Ucrania), bajaron de once segundos y siete de las participantes consiguieron su mejor marca personal o su mejor registro de la temporada. Pero la carrera no sólo fue maravillosa por los espectaculares tiempos que se consiguieron. La fulminante arrancada de Privalova cambió el guión previsto y exigió un gasto ingente de Christine Arron, favorita indiscutible.

Privalova, plata Apenas había noticias de Privalova esta temporada. Después de un largo periodo de convalencencia tras ser operada de una lesión, la experta velocista rusa no había bajado de once segundos durante la temporada. Durante las series disputadas en Atenas tampoco se habían detectados signos optimistas. No se la veía en condiciones de lograr una medalla. Arron, Pintusevich y Thanou parecían una opción segura, pero Privalova rompió la barraca con un despegue sensacional. Privalova hizo lo que más ha trabajado Arron con su guru Jacques Piasenta, el entrenador más prestigioso de Francia, mentor hace algunos años de Marie Jo Perec, la elegantísima atleta procedente de la isla de Guadalupe. En Guadalupe también ha crecido Arron, cuyo ascenso en la prueba de 100 metros ha sido vertiginoso. El pasado año apareció y rondó los 11 segundos. Esta temporada había realizado 10,85s, aunque siempre había quedado solapada por las exhibiciones de Marion Jones.

Arron es una atleta que mezcla el trabajo con sus magníficas condiciones naturales. Se nota que hay mucha técnica y muchas horas de entrenamiento. Con Piasenta ha laborado sobre la mejora en las salidas, con un nuevo sistema de gomas que acrecientan la potencia y la reacción al disparo. Sin embargo, Arron se vio sometida por Privalova en la salida. La rusa abrió un metro de distancia desde el principio y lo defendió con una tenacidad imprevista. Cualquier otra atleta habría cedido ante la ventaja de Privalova, pero Arron mantuvo sus constantes: una zancada larguísima, con una cadencia y una energía perfectas, y una relajación extrema. En el paso por los 70 metros superó a Privalova y se lanzó a la victoria. 100, 44 pasos, uno menos que el británico Darren Campbell, ganador en la final masculina. Ese dato explica la excepcional categoría de la atleta francesa, la única que pretende desafiar a Marion Jones.

Privalova alcanzó el segundo tiempo, con 10.83, impensable antes de la final, que se vio favorecida por el viento, en el límite de lo legal: 2 metros por segundo. Y detrás, la compacta Thanou, que ha permanecido escondida durante los últimos meses. Realizó un tiempo de 10,87s con ocho pasos más que Arron. Dos estilos diferentes. La longitud del paso de Arron frente a la frecuencia altísima de Thanou, representante de un atletismo que pasa por una fase de ebullición en la velocidad. De la nada Grecia ha pasado a convertirse en una potencia en las pruebas cortas: tercera Thanou, tercero Papadias en la categoría masculina.

La lista mundial femenina de todos los tiempos sigue encabezada por la norteamericana Florence Griffith desde 1988, con 10.49, y Marion Jones ha hecho este año 10.71, dos centésimas menos que Arron.