DANIEL CORTÉS GUITARRISTA "El límite en la música lo pone la imaginación"

No es cosa corriente que un joven músico se encierre durante meses en un estudio doméstico para dar a luz un disco exclusivamente instrumental, busque financiación hasta debajo de las piedras y lo lance sin otra promoción que el boca a boca. Es el caso de Daniel Cortés (Ceuta, 1974), quien acaba de concluir su primera gira nacional gracias a la distinción del certamen Injuve con su álbum Sueños, locuras y otros poemas. Pregunta. Grabar un disco es una meta cada vez más al alcance de cualquiera, ¿qué supuso para usted? Respuesta. Supone plasmar en un soporte material una serie de ideas musicales que hacía ya tiempo rondaban en mi cabeza, de forma que las pudiera compartir con todo aquel que quisiera escucharlo. E incluso conmigo mismo, porque la mayor parte de las composiciones no estuvieran terminadas hasta la finalización de las grabaciones. Por otro lado, creo que se trata de una decente carta de presentación que ya empieza a dar pequeños frutos. P. La apuesta instrumental, ¿cierra las puertas del gran mercado? R. En principio, sí. Sin embargo, hay grandes músicos como Satriani o Metheny que venden muchísimos discos, no sólo en su país, sino en todo el mundo. Una buena trayectoria musical y un apoyo, en lo que respecta a producción y distribución, pueden hacer que esta música deje de ser minoritaria. P. ¿Qué obstáculos encuentran los instrumentistas que, como usted, comienzan a plantearse una carrera? R. Sobre todo, nos sentimos desamparados por la industria discográfica, que prefiere arriesgar con productos más comerciales. El gran público, por su parte, rechaza o, peor aún, ignora la música que no tiene cabida en las ondas de radio. Es la pescadilla que se muerde la cola. P. Músicos como Steve Vai, Gambale o el propio Satriani han desarrollado la guitarra hasta límites impensables, ¿dónde está el tope? R. Pienso que el tope lo pone la imaginación. Además, hoy en día disponemos de grandes avances tecnológicos al servicio de la música, y éste es un aspecto que, junto al desarrollo de la técnica instrumental, que es imparable, coloca una cota indefinible pero muy, muy alta. P. ¿Técnica o corazón? R. Cada cosa en su justo término. El corazón le da alma a la técnica y la convierte en algo más que un ejercicio de autosuperación, y la técnica hace que el corazón ponga a nuestra disposición muchos caminos para decir lo que queremos decir. P. El jazz, ¿se ha convertido en el eje de la música moderna? R. La incorporación del jazz a tantos géneros diferentes (rock, flamenco, latino...) da como resultado una cantidad de vertientes que no hacen sino enriquecer la música en general.