La línea 7 se encarece 1.000 millones para no pasar bajo el Tribunal Constitucional

Una curva valorada en 1.000 millones de pesetas. El trazado definitivo de la ampliación de la línea 7 del metro (Avenida de América-Pitis) será unos 250 metros más largo de lo previsto para no cruzar bajo el Tribunal Constitucional, como en un principio habían calculado los técnicos de la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes. El alto tribunal instó a la Comunidad de Madrid a variar el proyecto original por motivos de seguridad, ya que consideraba que las obras podían ser peligrosas ante un eventual atentado terrorista. El consejero del ramo, Luis Eduardo Cortés, no compartía demasiado tal argumento, pero no le ha quedado más remedio que acceder a la petición. El resultado es una de las curvas más prolongadas de toda la red del suburbano y una inversión adicional que alcanza los 10 dígitos.La sede del Tribunal Constitucional se encuentra en la calle de Isaac Peral, en el distrito de Moncloa. A la hora de prolongar la línea 7 por el noroeste de la ciudad, los ingenieros de Obras Públicas concibieron una estación en la confluencia de Islas Filipinas con Cea Bermúdez, muy cerca de la plaza de Cristo Rey, y pensaron que la siguiente parada debía ser Guzmán el Bueno, lo que permitía un enlace con la línea 6. Parecía un tramo exento de grandes complicaciones, pero la más alta instancia judicial del país frenó en seco las intenciones regionales: el túnel cruzaba por el centro mismo de sus instalaciones, aunque a unos 22 metros de profundidad, y la prudencia aconsejaba variar el recorrido.

Para acceder a los deseos del Tribunal Constitucional, la Comunidad de Madrid ha tenido que recurrir a uno de los rodeos que más saltan a la vista en los planos del metropolitano madrileño. El nuevo trazado se desplaza un centenar de metros al oeste y ahora discurre justo por debajo del hospital Clínico de San Carlos -que no ha puesto impedimentos a este cambio de planes- para salvar con holgura la sede judicial. Entre Islas Filipinas y Guzmán el Bueno, el trayecto en los vagones del suburbano será una curva en estado puro.

No había otras alternativas factibles. Las unidades del metro requieren de unas curvas muy abiertas, con un mínimo de 250 metros de recorrido, porque de lo contrario descarrilarían. Así las cosas, la curva del Tribunal Constitucional quedará para la posteridad en el subsuelo madrileño.

Grietas en Vallecas

Por otra parte, Luis Eduardo Cortés reveló ayer que los servicios técnicos de su consejería han finalizado ya el estudio sobre las grietas aparecidas en varios bloques de Vallecas, y que los vecinos atribuyen a las obras de ampliación en la línea1, entre Miguel Hernández y Congosto. La conclusión a la que han llegado los autores del informe es que las fisuras no son atribuibles al metro, sino al mal estado en el que se encuentran los inmuebles."El problema de esas casas es que están muy mal hechas, a lo que se le suma que varios vecinos construyeron sótanos por su cuenta", relató ayer el titular de la consejería. Cortés admitió que "lo más cómodo y sencillo" para su departamento habría sido acceder a todas las peticiones vecinales, pero esa práctica no es asumible en la Administración. "Arreglaremos las casas que hagan falta, pero sólo si tenemos la certeza, o la sospecha, de que hemos sido nosotros", concluyó.