788 parejas de hecho se han inscrito en el registro autonómico desde 1995

El 91% de las parejas de hecho que han dejado constancia de su relación en el registro de la Generalitat, uno de los primeros de toda España, residen en la provincia de Valencia, únicamente un 5.45% en Alicante y un casi residual 3 % en Castellón. La desproporción entre las parejas de Valencia y el peso demográfico de la provincia en el conjunto de la Comunidad Valenciana -apenas suma dos de los cuatro millones de habitantes de la autonomía, poco más del 50%- no tiene una explicación para el subsecretario de Justicia de la Generalitat, Eloy Velasco, el máximo responsable, hasta ahora, de la gestión del servicio. "La inscripción en el registro se puede realizar bien en su sede central, en Valencia, bien en los servicios territoriales de la Consejería de Presidencia en Alicante y Castellón. Por lo tanto, no creo que los habitantes de estas dos ciudades y sus respectivas provincias tengan más problemas para realizar el papeleo que los de la capital", asegura Velasco. En cualquier caso, la utilización del registro ha crecido de forma notable desde su inauguración. Mientras que durante 10 meses de 1995 sólo 59 parejas se molestaron en oficializar su relación, en 1996 fueron más del doble (125). Esta última cantidad estuvo cerca de triplicarse durante el ejercicio pasado, en el que 367 parejas pasaron por el registro de la Consejería de Presidencia. La creciente popularidad del registro se ha producido pese a la lentitud con la que las Cortes Valencianas tramitan la ley autonómica de parejas de hecho, impulsada durante la legislatura pasada -con el PSOE en el poder- y olvidada por casi todas las fuerzas políticas del Parlamento desde junio de 1995, cuando la coalición formada por el PP y UV accedió al gobierno de la Generalitat. El bloqueo de la aprobacion de la ley impide que las personas que acudieron al registro disfruten, en gran medida, de las ventajas que aporta la consagración del matrimonio consumado en la iglesia o el juzgado. Afortunadamente, la burocracia para figurar en el registro de parejas de hecho no es tan farragosa como se podría esperar. La comparecencia de sus miembros en el registro, o en cualquiera de las delegaciones de la Generalitat en la Comunidad Valenciana, y la aportación de una fotocopia del carné de identidad, un certificado de empadronamiento y otro de fe de vida y estado en el registro civil es suficiente. La condición de pareja de hecho se otorga en menos de una decena de días. Además, el decreto que regula el Registro de Uniones de Hecho de la Comunidad Valenciana, nombre oficial del servicio, establece claramente que éste está abierto a cualquier tipo de pareja, "con independencia de su orientación sexual". La Generalitat no ha facilitado datos sobre el número de parejas del mismo sexo registradas en la Comunidad Valenciana.

El retrato de las personas que figuran en el Registro de Uniones de Hecho de la Comunidad Valenciana no difiere en lo fundamental (en realidad, en casi nada) del resto de parejas. La edad de la mayoría de los inscritos oscila entre los 25 y los 30 años, y el 86% formaliza ante la Administración autonómica su primera relación: antes eran solteros. El apartado de divorciados sólo alcanza al 5% de las uniones, el de los viudos, aún menos, al 1.78%. No obstante, en el capítulo de las curiosidades cabe mencionar a un varón jubilado de 73 años que no dudó en utilizar una posibilidad a la que recurre, de momento, un sector muy minoritario de la sociedad. En el mismo apartado se podría incluir a un menor de edad legal, un adolescente de 16 años que no dudó en emanciparse legalmente de su familia para inscribir su nombre junto al de su media naranja.