Arte a la vista
Un trimestre más, y Madrid recuperará uno de sus mejores escenarios para exposiciones artísticas: el Palacio de Cristal del Retiro. Tal es el plazo que baraja el arquitecto José de la Dehesa, del Ministerio de Cultura, entidad responsable del edificio, para culminar su restauración, ideada hace cuatro años e iniciada algo después.El palacio de vidrio, hierro y cerámica, obra del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco (y del constructor Bernardo Asins) de 1887, es el emblema de la arquitectura civil madrileña del XIX. Su enclave, junto a un pequeño estanque, le confiere una belleza especial.
Con el comienzo del acristalado de su bóveda de cañón, a finales de julio, el palacio se adentra en la recta final de su remozamiento, prevista para el pasado año. La principal novedad es la recuperación de la transparencia original de su pórtico exástilo, con seis columnas jónicas, cegado durante lustros con puertas de madera. "Instalamos ahora unas de cristal templado sin soporte metálico; desde su interior se podrá observar el lago", informa De la Dehesa.
La restauración implicó el desmontaje de todo el vidrio que coronaba las cubiertas, dispuestas en forma de cruz griega y con cuatro bóvedas de cañón. Sobre éste se superpone una gran bóveda a cuatro paños, con forma de aljibe y 26 metros de alto. El nuevo cristal, llamado butiral, consta de dos láminas de vidrio con otra intermedia de plástico, lo que le concede una gran resistencia. En el interior hay pasillos por donde se puede recorrer el perímetro del edificio, de 42 metros de frente y 30 de profundidad.
La estructura es de hierro, con finas columnas de fuste estriado fundidas en 1887 por la compañía bilbaína de Alonso Millán. Las uniones son roblonadas (a base de pasadores y remaches, sin soldaduras). Aquí es donde más dificultades han surgido, según el responsable de la restauración: "La dilatación del hierro causó deformaciones, a simple vista inapreciables, en la estructura. Años de oxidación deterioraron el hierro de las columnas, deslaminándolo".
También se han limpiado las enjutas e incrustaciones de cerámica policromada que cubren los espacios entre columnas, obra del ceramista Daniel Zuloaga. Antonio Perla, restaurador, entre otras obras, del Salón Real de la Casa de la Panadería, ha asesorado estas labores y ha tratado las numerosas piezas de cinc que decoran el palacio.
Las obras, adjudicadas a la constructora Agromán por el Ministerio de Cultura regentado por Carmen Alborch, comenzaron en diciembre de 1995. La duración estimada entonces se cifraba en dos años, y su presupuesto, en torno a los 260 millones. Pero surgieron imprevistos por la cimentación. El monto final se cifra en 364 millones, de los que quedan por gastar 119.
La reforma se planteó no sólo para sanear y conservar el edificio, ya centenario y con una cubierta con filtraciones y humedades visibles, sino también para corregir su escaso aislamiento térmico. Tal acumulación de vidrio dificultaba el mantenimiento de una temperatura estable en el edificio, lo que limitaba su uso como sala de exposiciones, señaladamente de pintura. "Hemos tratado de reducir las puntas térmicas: el frío en invierno quedará en 18 grados, y el calor del verano se mantendrá en un nivel aceptable", precisa De la Dehesa. "Pero sus condiciones descartan la exhibición de pintura, pese a que el nuevo cristal elimina los rayos UVA. Las muestras idóneas serán las instalaciones y las escultóricas", matiza.
También se ideó un sistema para su refrigeración y calefacción a base de un suelo radiante que impidiera "la auténtica cocción" -señala un escultor- a la que se veían sometidos los visitantes de las exposiciones. Ese sistema es el que en el plazo de una semana verá completado el tendido de tubos bajo el solado, según informaron fuentes que realizan esta tarea.
La empresa Vidrios Ariño y Douglas se encarga de la reposición de las vidrieras, y Elecnor, SA, de las instalaciones eléctricas para calefacción, calibradas en casi 25 millones. Dificultades técnicas inesperadas o trámites no resueltos podrían aún provocar demoras, pero tales contrariedades parecen improbables a los implicados.
El césped del lago
El lago, que tuvo una isla central, queda reducido a proporciones exiguas que agita un surtidor de agua cuyo chorro puede alcanzar 30 metros de alto. Alrededor nadan numerosos patos, que han acabado con las riberas ajardinadas que lo cercaban. "En una semana se repondrá el césped", cuenta una persona experta en jardinería.La Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, que dirige Marina Chinchilla en el Ministerio de Educación y Cultura, será el organismo responsable del futuro Palacio de Cristal, que ha atravesado fases de adscripción al Ayuntamiento de Madrid y al Museo de Arte Reina Sofía, entre otros organismos.
Si todo se desarrolla correctamente, el nuevo Palacio de Cristal podrá entrar en funcionamiento como magna sala de exposiciones en el plazo de un trimestre, según informaron fuentes del Ministerio de Cultura.
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