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Maniobras de acercamiento al euro

Los expertos en consumo empiezan a ofrecer pautas para acostumbrarse a la nueva moneda

Es como aprender un idioma. Hay que empezar a pensar en la nueva lengua, la del euro. Los expertos en consumo y las administraciones han empezado a preparar cursos y materiales didácticos para los consumidores, profesores y estudiantes.Los primeros consejos para no dejarse llevar por el pánico vienen de las asociaciones de consumidores: no hay que obsesionarse con el redondeo porque hay reglas fijas que nadie se puede saltar, ni con la resurrección del céntimo (habrá monedas de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos de euro). Pero hay que acostumbrarse a acudir a las asociaciones de consumidores y a los organismos que cree la Administración para asesorar a los ciudadanos.

Así lo han manifestado durante el curso sobre El euro y los consumidores: las aportaciones de la educación a la adaptación al euro, que se ha desarrollado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander. "La banca está muy preparada, los empresarios también, y estamos preocupados por que los consumidores lo estén asimismo, especialmente sobre los aspectos que más les van a afectar", afirma Juana María González, presidenta del Consejo de Consumidores de España.

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Desde el 1 de enero de 1999 se podrán hacer operaciones bancarias en euros, pero los billetes y monedas no pasarán de mano en mano hasta el 1 de enero del 2002. La peseta desaparecerá seis meses después, a menos que el Gobierno acorte el periodo de circulación simultánea. El cambio definitivo no se sabrá hasta el 31 de diciembre, pero un euro equivaldrá a unas 168 pesetas.

Otra experta, Nieves Álvarez, directora de la Escuela Europea de Consumidores, hace una sugerencia para ayudar a la adaptación de los ciudadanos: "La Administración debe poner especialistas en cada campo para atender a los consumidores al instante, algo así como el teléfono de la esperanza". Mientras tanto, éstas son algunas de las recomendaciones de los expertos:

Pensar en euros.Lo mejor es la inmersión, como al estudiar un idioma. ¿Cómo? Lo primero es averiguar la equivalencia en euros del salario, la pensión o la paga que se maneje mensual o semanalmente. A partir de ahí, hay que aprender a hacer los cálculos sobre lo que se gana. Para saber si algo es caro o barato, el mejor ejercicio es pensar cuánto dinero en euros se gasta en las cosas importantes: el alquiler de la vivienda, la letra del coche o los gastos fijos de la casa.

El redondeo.No hay que obsesionarse. Las asociaciones de consumidores y la Administración se encargarán de controlar que no se cometan fraudes. Pero al comprar no está de más comprobar que los redondeos del tique o de las facturas estén bien hechos. En el caso de los euros, se redondea el tercer decimal. Cuando éste sea menor o igual a cinco, se redondea hacia abajo y, si es mayor, hacia arriba. 31,427 euros se redondearán en 31,43, y 31,423 euros, en 31,42.

Compras y facturas.Es preferible hacer la suma de todo lo comprado en pesetas y convertir a euros la cantidad global. Las cajas registradoras de los comercios deberían hacer el cálculo automáticamente. De esta manera, se puede perder alguna peseta unos días y ganarla otros, porque el resultado es más aleatorio y porque las cantidades a sumar serán siempre diferentes. Se evita entonces la pérdida de dinero que supondría un redondeo al alza o a la baja para cada artículo. Si el comerciante quisiera hacer la suma de cada producto en euros, el consumidor tendrá derecho a negarse durante el periodo en que convivan euros y pesetas.

Hábitos de consumo.El consumidor debe adoptar una serie de hábitos: llevarse la factura para comprobar si la conversión de euros a pesetas y el redondeo son correctos, denunciar los engaños a la Administración y a las asociaciones de consumidores, no fiarse de las ofertas que anuncian que un producto es más barato en euros, y buscar asesoramiento ante ofertas financieras que supongan una conversión de moneda que parezca interesante.

Ley paraguas.Será la que proteja a los consumidores cuando se introduzca el euro en España. Garantizará que las conversiones a euros de las cuentas bancarias y el dinero en metálico sean gratuitas. Impedirá que, al desaparecer el tipo de referencia más común para las hipotecas (mibor), los créditos para viviendas resulten más caros.

Diseño.No será difícil distinguirlo en los diferentes países. Una cara será igual en todos, y la otra, diferente. Las monedas acuñadas en cada uno de los países del euro circularán indistintamente por todos ellos. Pero no hay que olvidar que las monedas y billetes de euros no existirán físicamente hasta el 2002.

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