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Un muerto y un herido tras accidentes con camiones que llevan lodos tóxicos

La carrera por llegar a tiempo al plazo marcado por las administraciones para finalizar la retirada de los lodos tóxicos del cauce del río Guadiamar se ha desbocado, fatalmente, en las últimas 48 horas. El pasado miércoles murió el dueño de un camión de reparto tras un accidente, a la altura de Aznalcázar, con una de las bañeras que tranportan los lodos a la corta de Aznalcóllar. En la entrada de la mina otro camión volcaba ayer y el conductor, con heridas leves, tuvo que ser trasladado al Hospital Virgen Macarena en Sevilla.

Los caminos y carreteras usados por los camiones y maquinas que desde el mes de mayo retiran los lodos tóxicos del Guadiamar están saturadas. Más de 400 camiones con capacidad para 20 toneladas hacen cada día cinco viajes a la corta de Aznalcóllar para devolver a la mina lo que se desparramó sobre el cauce tras la rotura de la balsa de decantación el pasado 25 de abril. El intenso tráfico y los problemas de visibilidad desde las cabinas de las bañeras han provocado al menos cuatros accidentes en los últimos tres meses. Y dos, uno de ellos mortal, en las últimas 48 horas. El primero de ellos acabó, el pasado miércoles, con la vida de M. A. R. V., de 28 años, tras colisionar el camión de reparto Nissan Trade que manejaba con un camión usado en la retirada de lodos que se dirigía por la carretera A-474 hacia Pilas. En el accidente también estuvo involucrada una furgoneta que, al eludir al camión-bañera, chocó frontalmente con una señal de tráfico. Tanto el conductor de la furgoneta como el del camión-bañera salieron ilesos. La persona que guíaba el camión que volcó ayer a la entrada de la mina de Aznalcóllar sí tuvo que ser atendido de varios traumatismos. El coordinador del Gobierno en las actuaciones para paliar el vertido, Félix Pérez Miyares, lamentó estos accidentes y pidió tranquilidad a la población de los municipios afectados. "Los camioneros no son apestados", dijo el coordinador quien admitió que el problema del tráfico de los camiones es el tema que "más preocupa" a las administraciones. Aliviar la saturación Pérez Miyares enumeró las medidas que se tomarán en los próximos días para aliviar la saturación de las carreteras: la construcción de un puente sobre la carretera Aznalcóllar-Gerena y varios ensanches y rectificaciones sobre caminos ya usados. "Los vertidos están ahí y todo el mundo nos mete prisa, con razón, y estamos preocupados por hacer las cosas rápido, sin perder la cabeza y tomando todas las medidas de seguridad necesarias", señaló el coordinador, quien negó que exisistiera "mala planificación", si bien acepto que ésta "no es perfecta". El responsable del Gobierno reflejó los problemas con los que se están enfrentando los alcaldes de los diez municipios afectados, a los que diariamente llegan quejas de los vecinos por el tráfico de los camiones. Pérez Miyares respaldó la labor de los transportistas -"están haciendo una labor para la comunidad"-, y recalcó que la carga de lodos "no es peligrosa. Por otra parte, los 120 primeros jornaleros que van a empezar las tareas de retirada manual de lodos el próximo lunes, recibieron ayer un cursillo de higiene y seguridad en Aznalcázar. Los monitores insistieron en la necesidad de usar elementos protectores, como guantes, nascarillas o monos. También se recordaron las medidas de seguridad para evitar accidentes con la maquinaria pesada que opera en la zona. Estos cursillos serán impartidos progresivamente a los 800 jornaleros que serán contratados para la retirada de lodos.

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