Los incendios han arrasado entre enero y julio casi tanta superficie forestal como en todo 1997

La superficie forestal calcinada por los incendios entre enero y julio ya supone el 80% de la extensión arrasada durante todo 1997. En la Comunidad Valenciana han ardido 666 hectáreas -364 sólo en la provincia de Castellón- en los primeros siete meses de este año, una extensión muy cercana a las 832 hectáreas afectadas por el fuego durante todo 1997. Los motivos de este incremento "no están claros" para los técnicos del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana, que restan responsabilidad a las altas temperaturas registradas el mes de julio.

Las 294 hectáreas quemadas durante el mes de julio elevan la cifra total de superficie arrasada por el fuego en la Comunidad Valenciana a 666 hectáreas -una extensión equivalente a un número similar de campos de fútbol-. Esta cifra supera notablemente las 348 que ardieron durante el mismo periodo del pasado año y está próxima a las 832 hectáreas calcinadas durante 1997. Pese a la diferencia de masa forestal dañada, el número de incendios entre los primeros siete meses de 1997 y 1998 es muy semejante: 228 y 231 respectivamente. Más de la mitad de las 666 hectáreas arrasadas por el fuego se concentran en Castellón. De las 364 hectáreas quemadas hasta julio en esta provincia, 200 corresponden al incendio que afectó al Parque Natural de El Prat de Cabanes-Torreblanca (Castellón) en enero pasado. El segundo gran incendio sufrido por la comunidad quemó 90 hectáreas en Tavernes de Valldigna (Valencia) el 25 de julio pasado. En total, la provincia de Valencia ha sumado 249 hectáreas quemadas hasta julio, una cifra muy superior a las 51 hectáreas de Alicante, según fuentes de la consejería de Medio Ambiente. Exceptuando los incendios de Tavernes y Cabanes, las 229 restantes han quemado una media de 1,6 hectárea por siniestro. A pesar del aumento de superficie quemada respecto al año pasado, los datos de 1998 se encuentran lejos de los incendios registrados a mitad de la década de 1990. Sólo en el mes de julio de 1994, el fuego redujo la superficie forestal de la Comunidad Valenciana en 106.000 hectáreas. Las condiciones meteorológicas de este verano "no han sido un factor determinante" en el incremento de la superficie quemada, para los técnicos del Centro de Emergencias de la Generalitat. "No están claras las razones" del aumento de incendios, señalan.