Restricciones en la N-II hasta septiembre

Los trabajos de asfaltado de la carretera de Barcelona, a la altura de Torrejón de Ardoz (88.250 habitantes), llevan camino de convertirse en un calvario para los conductores de la N-II. Los automovilistas tuvieron que soportar ayer atascos de hasta diez kilómetros en sentido de entrada a la capital. Las obras de mejora del firme durarán todo el mes de agosto.Las retenciones se registraron entre los kilómetros 32 y 22 de la N-II, en dirección a Madrid, desde las 7.30 a las 9.30. Los vehículos sufrieron paradas intermitentes. El asfaltado se realiza entre los kilómetros 17 y 24. Por ese motivo, la calzada de entrada a la capital permanecerá cortada hasta el 14 de agosto. Para acceder a Madrid se han habilitado dos de los cuatro carriles de salida. La velocidad se tendrá que reducir a 60 kilómetros por hora.

El asfaltado de la calzada de salida se acometerá desde la medianoche del 17 hasta el mediodía del 28. Se reducirán los mismos carriles que en la primera quincena, pero en sentido contrario. Todas las conexiones con las carreteras y accesos adyacentes se han señalizado de tal modo que se puedan tomar desde los nuevos recorridos y accesos.

La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento ha recomendado como itinerarios alternativos las carreteras de Daganzo y la M-110 para los vehículos que quieran entrar en la capital. Los que se dirijan a Alcalá de Henares y Zaragoza pueden circular por Torrejón de Ardoz por el trazado de la antigua N-II.

Hasta ahora, la velocidad se limitaba en el tramo de obras hasta los 80 kilómetros por hora, frente a los 120 permitidos en autovías.

120.000 coches diarios

Las obras han tenido un coste cercano a los 1.500 millones de pesetas. La ampliación de la carretera se ha llevado a cabo para reducir la fuerte congestión que sufre la N-II los días laborales, cuando la utilizan más de 120.000 vehículos. Los alcaldes del Corredor del Henares siempre han considerado "vital" el tercer carril. De hecho, esta carretera es la única vía de entrada para las 350.000 personas que viven en estos municipios.Los trabajos de ensanche de la calzada duraron seis meses y concluyeron en diciembre. El asfaltado del firme se retrasó hasta agosto para reducir las molestias al mínimo.