Unió y CDC se acusan de incumplir el pacto local

La elaboración de las candidaturas electorales de Convergència i Unió (CiU) se está revelando de nuevo como una gran fuente de conflictos entre los dos partidos aliados. Destacados dirigentes de ambas fuerzas se cruzaron ayer acusaciones de deslealtad en la aplicación de los acuerdos adoptados meses atrás, precisamente para evitar conflictos de este tipo. El responsable de política municipal de Unió Democràtica, Ramon Espadaler, explicó que, conforme a lo previsto en el pacto, su partido pretende introducir cambios sustanciales en un centenar de candidaturas en localidades en las que la coalición ha experimentado desgastes, retrocesos o está estancada en la oposición local. La respuesta de Convergència ha sido, dijo, "la prepotencia de sus cuadros territoriales", que pretenden repetir las candidaturas de 1995. Entre las localidades en las que Unió pretende dar "un golpe de timón" en las candidaturas de CiU se cuentan Manlleu, Cardedeu, Berga, Gandesa, Sant Cugat, Caldes de Montbuy, Banyoles, Sabadell, Olot, Puigcerdà, Montblanc, Balaguer, Figueres, Girona y Malgrat. A título de ejemplo, Espadaler explicó que Unió ha recibido en Sabadell amenazadores mensajes por correo electrónico, y en Olot los dirigentes de CDC han calificado públicamente como "una broma" las propuestas democristianas. "Unió no está para decir amén a todo lo que diga Convergència" añadió Espadaler. A estas palabras respondió el secretario de organización de Convergència, Felip Puig, quien acusó a Unió de "bloquear e incumplir sistemáticamente el reglamento para la designación de candidatos a las alcaldías". "La ambición de Unió le lleva a actuar con mucha irresponsabilidad", afirmó. El dirigente de CDC aseguró que Unió está prohibiendo a sus organizaciones locales que lleguen a acuerdos "sólo por intereses de cuotas de poder y para incrementar su presencia municipal y comarcal, que es su objetivo".