Peligra la invitación al ONCE en el Tour 99

"Los equipos tendrán que enseñar la patita blanca para ser invitados al Tour99".Para Jean Marie Leblanc, director general del Tour, todas las vicisitudes vividas por el Tour 98 deberán servir para "blanquear el ciclismo". "Más que sobre el rendimiento deportivo, seremos exigentes, sobre todo, en el aspecto moral de los equipos", declaró ayer Leblanc al diario Le Parisien. En la entrevista expuso casos concretos y señaló con el dedo al ONCE. "Para ser franco", dijo, "no me ha gustado el terrorismo manifestado por el director deportivo del ONCE, quien después de haber embarcado al Banesto ha convencido a los otros dos equipos españoles, Vitalicio y Kelme. ¡Si el ONCE y el Banesto hubieran tenido a algún corredor luchando por el podio, no estoy seguro de que hubieran actuado de la misma manera! Puede que Manolo Sáiz tuviera otras razones para abandonar el Tour antes de su final..." [Poco después de retirarse, el ONCE sufrió un meticuloso registro policial en su hotel, Jalabert declaró ante la policía y el médico Nicolás Terrados fue detenido]Aunque los últimos años el Tour se había comprometido a invitar a la carrera a los mejores equipos del mundo según la clasificación de la UCI, como competición privada y organización privada tiene también el derecho de invitar a quien quiera, tiene el derecho de admisión que ya ejerció expulsando al Festina. "En el Tour próximo nos guiaremos por la moralidad del equipo", dijo. "Por ejemplo, no cogeremos a un equipo que haya tenido un positivo en mayo . Ni tampoco a un equipo que, como el MG en 1997, haya sufrido registros policiales". Leblanc anticipó que el recorrido del próximo Tour será similar al que acaba de terminar, aunque con dos días de descanso en lugar de uno.

En otra entrevista a Le Figaro, Leblanc insiste sobre las enseñanzas morales de un Tour al que como "un capitán a su barco" ha sido capaz de llevar a puerto. "Se ha visto que el medio del ciclismo estaba demasiado gangrenado. Pero, a la estela de todos estos asuntos, va a salir purificado", explicó. "El ciclismo va a salir de ésta sólo si se encuentran en los próximos meses buenas soluciones para luchar contra el dopaje", añadió. "Si se logra mejorar a la vez la prevención, la información y la represión". Y también declaró: "Para excluir al Festina nos hemos situado simplemente en el terreno de la moral deportiva. Entiendo que el organizador del Tour cumple con su papel vigilando la moralidad deportiva de la prueba. ¿Para qué serviríamos si no?".

Leblanc confiesa que en ningún momento pensó en dimitir ni en suspender la carrera. "El momento más duro fue cuando los corredores pusieron pie a tierra en la etapa de Albertville-Aix les Bains. Me pregunté si no terminarían parando todo", declaró. "Felizmente, allí estaba Bjarne Riis. A los 34 años tiene experiencia, madurez, inteligencia. No razona a corto plazo. Pensó en ayudar a su corporación".

Para moralizar el ciclismo, Leblanc no piensa sin embargo en una revolución. "Hace falta que la UCI, bajo la égida del COI, redefina la lista de productos prohibidos y sus procedimientos de control en colaboración con los científicos", dijo.