El INAEM entrega al fin el centro cultural que debía a la Junta de Arganzuela
El Instituto de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) saldó ayer la deuda que tenía con la Junta Municipal de Arganzuela desde hace ocho años. El INAEM debía construir un centro cultural para este distrito a cambio de la cesión de las naves municipales que ocupan las sedes de los ballets nacionales, según un convenio firmado en 1990 entre el entonces alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, y el ministro de Cultura, Jorge Semprún. El centro cultural debía estar terminado en tres años.
El concejal de Arganzuela, Clemente Torres, y el director general del INAEM, Tomás Marco, firmaron ayer la entrega del centro, un antiguo establo de 1.500 metros cuadrados en el paseo de la Chopera, rehabilitado por el arquitecto Antonio Fernández Alba.
El INAEM ha invertido 76 millones de pesetas en las nuevas instalaciones, situadas junto a las naves que ocupan, desde hace dos años, las dos compañías de danza. "El retraso se ha debido a una actitud política informal y poco seria. El otro gobierno me hizo el feo de construir las sedes del ballet y dejar sin hacer el centro cultural", declaró ayer Torres. Este concejal llegó a poner policía en la puerta de las sedes de las compañías de danza para evitar su inauguración. Quería un compromiso en firme de que se construiría el centro cultural prometido.
Las nuevas instalaciones de Arganzuela se suman a las que ya tiene este distrito: el Centro Cultural de la Casa del Reloj, la nave de terneras (un espacio que se usa para conciertos, representaciones teatrales o bailes para mayores) y La Lonja (dedicado a exposiciones).
Asunción García de Viedma, directora de todos estos centros, declaró ayer que espera que la nueva sala cultural funcione en octubre. Entre otras actividades, acogerá clases de baile, de gimnasia y de yoga. El edificio cuenta con un salón de actos y aulas de ensayo.
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