Sin facturas, sin dietas, sin comer y sin publicar
La entrevista mantenida por Xabier Salutregi, Ramón Uranga y Teresa Toda con el dirigente etarra José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, durante los días 21, 22 y 23 de febrero de 1992, ha sido determinante en el ánimo del juez para encarcelar al director de Egin.Baltasar Garzón destaca que la reunión se produce con el responsable del denominado aparato político de ETA y se le da cuenta exhaustiva de la situación económica e informativa de Egin. Desde esa estructura de la banda terrorista se "formulan críticas, se imparten directrices, sobre ambos aspectos de la actividad del diario".
Precisa el juez que los periodistas fueron acompañados por el consejero delegado de Orain, por lo que "la reunión no fue para entrevistar a Txelis, sino para rendirle cuentas y recibir el visto bueno en el nuevo cargo".
"La ausencia de dietas o facturas de gastos a cargo de la correspondiente partida de contabilidad de Orain y el tiempo de permanencia encerrados con Txelis en la habitación número 10 del Hôtel des Pyrennées y las medidas de seguridad para volver a España", precisa el auto de prisión, "denota que no deseaban que tal reunión o entrevista trascendiera".
Duración excesiva
El contacto, según el juez, se da en medio de una profunda remodelación de la plantilla de trabajadores y de la Redacción de Egin que supuso la rescisión de los contratos de unos 40 empleados. Además, se adquiere una nueva rotativa y se elabora un nuevo formato. El proceso finaliza en noviembre con la presentación del nuevo Egin y el éxito es capitalizado por Salutregi en el plano periodístico y por Uranga en el empresarial.El juez puntualiza también que la duración de la supuesta entrevista -desde las 13 horas del día 21 hasta las 16 del 23- resulta desproporcionada para la realización de un trabajo periodístico, salvo una biografía. Y agrega que la desproporción es mayor si se tiene en cuenta que los reunidos nunca abandonaron la habitación ni para comer.
Por último, no se publicó en Egin ninguna entrevista con Txelis en las semanas o meses siguientes, lo que resulta difícil de entender, pues entrevistas con responsables de ETA no proliferan y tendría que haber sido un material informativo de gran importancia para los lectores de Egin.
El único efecto conocido de la reunión son los nombramientos de Salutregi y Toda.
Además, el grado de confianza depositado por los responsables de ETA en Salutregi es muy alto si se tiene en cuenta que su ordenador va a servir en 1993 como instrumento para el flujo de análisis y consignas de ETA.
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