Pujol vuelve a la Fundación Tàpies ocho años después
Ayer se produjo la segunda visita del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a la Fundación Tàpies. La primera fue el día de la inauguración, en 1990. "No me riñan", se justificó por esta larga ausencia una vez finalizada la visita, que casualmente se produjo dos semanas después que la del alcalde de Barcelona, Joan Clos. En su visita, Clos pudo contemplar la exposición de Dan Graham, y Pujol, la que se exhibe ahora, del propio Tàpies. El director de la fundación, Miquel Tàpies, señaló que se había invitado a Pujol hace ya tiempo, pero la agenda del presidente no tuvo un hueco hasta ayer, lo que obligó a Antoni Tàpies y a su esposa a abandonar momentáneamente su retiro vacacional en el Montseny y a acercarse a Barcelona. Pujol también conoció personalmente a la nueva conservadora jefe del museo, Nuria Enguita El viaje de Tàpies no fue en balde. El artista pudo conversar con el presidente de la Generalitat de arte. Pujol se interesó por los materiales utilizados en los cuadros y su conservación. A partir de ahí, ambos conversaron sobre Leonardo da Vinci y los problemas de conservación de sus obras debido a la experimentación que hacía con los colores. Tàpies le explicó que empezó a utilizar el cartón porque quería que los materiales también expresaran en sí mismos alguna cosa. Contemplando los dibujos de los años cincuenta, Tàpies recordó que en aquella época mantenía una actitud muy crítica. Pujol asintió con relación a que fueron unos años difíciles, aunque recordó que su disconformidad con la situación que vivía el país se producía desde una posición distinta a la del pintor. Traspasos A mitad de recorrido, Pujol quiso despachar con los periodistas. "Así, si contesto la pregunta que me van a hacer, podremos continuar la visita". Pujol confirmó su reunión con Aznar el próximo miércoles y dijo que se inscribe en la línea de contactos periódicos que mantiene con el Gobierno central, aunque dijo que quizá vuelva con algún traspaso de carácter universitario. Después prosiguió la visita mostrando sus preferencias por el cuadro de gran formato Llibre-mur, junto al que firmó en el libro de honor. En un momento de la visita Pujol quiso que Tàpies interpretara uno de los cuadros. "Es un poco la representación del absurdo: una especie de raíz cuadrada de unas gafas", explicó el artista.
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