Derribo de la memoria

La Consejería de Educación deshaucia el valioso edificio del instituto Benlliure de Valencia por su deficiente estado.

"Hombre, nos da mucha pena", comentaba ayer una trabajadora del instituto Benlliure momentos antes de que la máquina excavadora iniciase el derribo del centro educativo. "Yo vivo en un edificio de unos 30 años, más o menos el tiempo que tiene el instituto, y la verdad, no entendería que tuviese que desalojar mi casa sólo 30 años después de ser construida, pero, bueno, los técnicos han dicho que el instituto se encuentra en muy malas condiciones y ellos son los expertos", añadía una profesora. El Instituto de Bachillerato Benlliure siempre ha sido un centro singular. Fue el primero de la ciudad de Valencia en que se implantó la enseñanza pública mixta y durante mucho tiempo ha sido uno de los pioneros en la aplicación de las teorías pedagógicas y educativas. Su salón de actos se convirtió en un centro de actividades alternativas de los estudiantes y también era utilizado por los vecinos. Además, el propio edifico, obra del prestigioso arquitecto Miguel Fisac, es un valioso exponente de la arquitectura del Movimiento Moderno en la ciudad de Valencia. Todo ello contribuye a dotar al edificio que recae sobre la calle de Alboraya de una significación especial. Pero los técnicos de la Consejería de Educación han detectado que la estructura se encuentra en un grave estado de deterioro, probablemente a causa de la mala calidad de los materiales empleados en su construcción. En consecuencia, ayer se inició el derribo de las aulas para edificar un nuevo centro con capacidad para cerca de 1.000 alumnos con un coste aproximado de entre 700 y 800 millones de pesetas. Rehabilitar el actual edificio, como defienden algunos arquitectos, constaría un mínimo de 1.500 millones de pesetas, según comentó el director general de Régimen Económico, José Luis Serra, y no se garantizaría un uso adecuado a los imperativos de la aplicación de la LOGSE. Suavizar la fachada Serra afirmó que la duración prevista de las obras es de un año. En este periodo los alumnos se distribuirán en los institutos de Orriols y Ferrer Guardia. El director general también anunció que con el derribo del actual edificio del Benlliure se inician las actuaciones en Valencia con vistas a "solucionar los problemas educativos en la ciudad" derivados de la falta de plazas públicas en relación con las exigencias de la LOGSE. Serra añadió que el nuevo proyecto "suavizará la fachada dura" del edificio recayente a la calle Alboraya y "será menos agresiva". Por su parte, el director del instituto, Ángel Haba, recordó ayer que desde hace años vienen reclamando mejoras urgentes del edificio dada la "necesidad de adaptarse a las nuevas necesidades" y por su precaria situación. "Hay grietas por todos lados", comentó Haba, quien agregó que el Consejo Escolar del centro está muy satisfecho con la decisión adoptada. Sobre el valor arquitectónico del edificio, el director del centro dijo que si los técnicos han asumido la decisión de derribarlo se debe a su situación "deplorable", como indica el estudio realizado sobre su estructura. "Si los técnicos consideran que es la mejor opción, nosotros sólo queremos solucionar el problema", señaló Haba, quien destacó la importancia de que el centro educativo no se desplazará de su actual ubicación en el centro de la ciudad, a espaldas de los Viveros. Además, el director del instituto hizo hincapié en que el nuevo proyecto garantiza la construcción de un salón de actos y de una biblioteca con la suficiente capacidad para seguir prestando un servicio abierto al barrio y a los vecinos. "El salón de actos y la biblioteca son dos lugares singulares del Benlliuire y nos han asegurado su continuidad", agregó Haba.