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TOUR 98

El director y el médico, en prisión

Luis Gómez

, Bruno Roussel, director del Festina, y el médico del equipo, Éric Ryckaert, fueron procesados ayer en Lille por el juez Patrick Keil, que decretó su prisión provisional, acusados de tráfico e incitación al consumo de sustancias prohibidas.

Roussel, Ryckaert y Voet, el masajista por el que se destapó el asunto, permanecerán en cárceles distintas con el fin de que no se pongan de acuerdo en su declaración, ya que el viernes de la semana que viene se les someterá a un careo. Según las primeras declaraciones de los encausados, a los ciclistas del Festina se les ha estado suministrando EPO bajo control médico. El abogado de Roussel señaló que éste había admitido que existía en el equipo una red de aprovisionamiento de productos dopantes para los corredores "con controles médicos".

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El médico belga ha sido procesado de acuerdo con la ley antidopaje de 1989, que prohíbe "la administración, la invitación al uso o la facilitación para el empleo de sustancias dopantes para las competiciones o manifestaciones deportivas", señaló el abogado de Ryckaert, Alain Demarcq.

Especulaciones

La maraña de especulaciones alcanza tal calibre estos días que un diario atribuyó al médico del Festina haber sido el responsable de un oscuro suceso que sufrió el equipo holandés PDM en el Tour de 1991, cuando el equipo entero hubo de abandonar la carrera al estar afectados la mayoría de sus corredores de una súbita gastroenteritis. Posteriormente, seis años después, uno de los ciclistas del equipo ya retirado, Uwe Raab, confesaba que esa gastroenteritis estuvo ocasionada por la administración de EPO en mal estado. Al médico del Festina, Éric Ryckaert, se le atribuyó toda la responsabilidad en esos días, cuando en realidad Ryckaert no entró a formar parte de ese equipo hasta un año después del suceso. Ayer mismo, el diario Aujourd'hui publicaba que Ryckaert podría estar implicado en un proceso abierto en Bélgica a un farmacéutico de la localidad de Gand, la misma donde reside el médico, por venta masiva de EPO.De esa misma manera, otras informaciones tratan de dibujar una nueva biografía del director deportivo, Bruno Roussel, acorde con el escándalo. Ahora se descubre que Roussel no era un hombre muy apreciado entre sus colegas franceses o que era un director demasiado interesado en sobresalir, o que estaba empeñado en pasar a la posteridad como un innovador. Es cierto que Roussel no siguió la misma trayectoria que sus colegas, la tradicional (primero corredor, luego director) y que fue tachado como un intruso cuando entró en el mundo del ciclismo.

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