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Populares y socialistas pactarán la creación del ente que definirá la normativa lingüística

El acuerdo entre populares y socialistas en torno al dictamen del Consell Valencià de Cultura sobre la cuestión lingüística se extiende a los primeros pasos de la concreción legal del pacto. Eduardo Zaplana y Joan Romero han acordado que los grupos parlamentarios popular y socialista pacten la proposición de ley de creación del ente de referencia normativa que propone el CVC en su dictamen. Ambos dirigentes pretenden implicar al resto de grupos parlamentarios en unas negociaciones que se abrirán a mediados de la próxima semana.

El dictamen del CVC "propone la creación de un ente de referencia normativa del valenciano" para el que anticipa una serie de características esenciales: la independencia jurídica, funcional y presupuestaria; la capacidad para definir una normativa con carácter vinculante; que tenga 21 miembros nombrados por periodos de 10 años; que sus componentes sean elegidos por mayoría de dos tercios de los diputados autonómicos; que 14 miembros sean expertos en valenciano con acreditada competencia científica y los restantes sean destacadas personalidades del mundo de las letras y la enseñanza; y que la institución pueda mantener relaciones con otras de similares características. El CVC sugiere que la ley en cuestión sea tramitada por vía de urgencia en la Cámara valenciana. Trazadas las grandes líneas de la futura ley, los portavoces y responsables de cultura de los grupos parlamentarios popular y socialista contrastarán sus respectivas iniciativas a partir de la semana próxima para acudir al registro de las Cortes Valencianas con un solo texto. Los populares se mostraron muy discretos al respecto, pero Antonio Moreno, portavoz socialista, comentó que la propuesta de elaborar una ley pactada fue "recibida con agrado" por los populares. Y mostró buena disposición para llegar a a un acuerdo: "Dado que es importante para la sociedad hay que tratarlo de forma distinta al resto de las leyes. Entre julio y agosto se puede hacer, no hay problema para ello". Los regionalistas se limitaron a comentar que su intención es sumarse a la redacción que elaboren los grupos mayoritarios, a pesar de que sus representantes en el CVC se opusieron al dictamen sobre la cuestión lingüística. Joan Ribó, coordinador de Esquerra Unida -cuyos representantes en el CVC optaron por abstenerse en la votación del dictamen- aseguró que su grupo no pondrá trabas a la negociación de la proposición, pero recomendó que "el debate se haga con tranquilidad y no con urgencia". "Lo importante es que se tramite de forma normal, sin el procedimiento de urgencia, con calma y tranquilidad", añadió. Pedro Zamora, de Nova Esquerra, apostó por la celeridad en la tramitación de la iniciativa legal, pero advirtió: "Debe hacerse bien, no a escondidas". NE no considera imprescindible cerrar el acuerdo el mes próximo, pero expresó su disposición a trabajar en el texto durante el mes de agosto. La buena disposición de los populares y socialistas para zanjar definitivamente un conflicto que ha envenenado las relaciones políticas en la Comunidad Valenciana durante dos décadas contrasta con la guerra soterrada que sostienen los populares con sus socios de gobierno. El PP intenta destacar las inconsistencias en el discurso sobre la lengua que mantienen los regionalistas. Doble lenguaje Así, ayer le tocó a la ejecutiva del PP en La Ribera Alta denunciar el doble lenguaje que practica el alcalde de Alzira, Alfredo Garés, elegido en listas del PP y hoy militante regionalista, informa Xavier Espanya. Mientras la dirección de la formación regionalista sigue el discurso de la Academia de Cultura Valenciana y se opone al dictamen sobre la lengua, el grupo municipal de UV en Alzira apoya los Premis Literaris Ciutat d"Alzira, para obras que utilizan las normas ortográficas de Castellón. Elena Bastidas, portavoz del PP de La Ribera Alta, pidió a los regionalistas que "se pongan de acuerdo" porque, dijo, "carece de sentido que pongan las máximas dificultades para que haya unanimidad sobre la normativa del valenciano". Bastidas reconoció que UV de Alzira "ha estado por la labor de consensuar" en torno a la cuestión lingüística, pero acusó a Garés de "doblegarse" en esta materia a su socio de gobierno, el Bloc Nacionalista Valencià. Su colega Rosabel Ribes aseguró que Garés "tiene un grave problema para explicar su postura".

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