_
_
_
_
TOUR 98

El patrón del Festina avisa que puede dejar el patrocinio del equipo

El masajista preso dice que actuó bajo las órdenes de los responsables del grupo

Carlos Arribas

El asunto Festina tomó ayer una nueva dimensión al conocerse la última declaración de Willy Voet, el masajista preso y procesado por "tráfico y contrabando de sustancias prohibidas". Voet, de 53 años, confesó a la policía que había actuado siguiendo órdenes de los responsables del equipo, según informaba el diario Aujourdui, desmintiendo su primera declaración en la que asumía que las 250 dosis de EPO encontradas en su vehículo, aparte de otras decenas de anabolizantes, eran para consumo propio. Al mismo tiempo se producía la primera reacción oficial del patrón del equipo, el dueño de la empresa relojera, Miguel Rodríguez. En un comunicado, Rodríguez recuerda que Festina "puede cancelar el contrato con el equipo en el supuesto de su uso o comportamiento antideportivo. Bruno Roussel, el director, pide a los jueces que le citen como testigo, Virenque, el líder, amenaza con querellarse contra la prensa por difundir informaciones que considera difamatorias y el resto de los corredores dicen que la mejor forma de acabar con el escándalo es "ganar el Tour". A la llegada de los coches de los equipos por ferry desde Irlanda hubo registros policiales aleatorios. "Hicieron abrir el maletero a unos cuantos, como cuando se sale de Andorra", explicaba un director. No hubo noticias de ningún hallazgo de sustancias prohibidas.Hace un año justo, el 14 de julio de 1997, el Festina era noticia por otros motivos muy diferentes. Laurent Brochard, el futuro campeón del mundo, ganaba la primera etapa de los Pirineos después de una exhibición de todo el conjunto. La filosofía Festina, un término muy querido a Roussel, se hizo realidad. Ayer, sólo se hablaba con Roussel para preguntarle por el caso. "No entiendo nada", dijo. "Le he pedido al juez que me deje explicarle cómo funciona el equipo, cuáles son nuestros métodos de trabajo, nuestras estructuras, todo. Y no me deja". El juez parece que prefiere manejar la confesión de Voet, masajista personal de Virenque. Voet reconoció además que no era la primera vez que hacía ese trabajo y que su obligación era hacer llegar el material al médico del equipo, que ya estaba en Dublín, donde arrancó el Tour.

Más información
"¿Cómo voy a ganar con esa banda?"
A pesar de todo, la cama pequeña

El médico, Eric Ryckaert, también de nacionalidad belga, negó todas las imputaciones. Asimismo hay algunos puntos oscuros en la declaración del masajista. El principal, y en ello basa su defensa el equipo, es que tal cantidad de EPO sobrepasa con mucho las necesidades de un equipo durante un Tour. Alegan, así, que Voet se disponía a proveer, como negocio personal, a otros equipos. Esa línea de defensa, en el fondo, incriminaría a los demás participantes en el Tour, alguno de ellos ya registrado ayer. No es de extrañar la petición de Jean Marie Leblanc, director del Tour, de que la justicia actúe con rapidez y aclare cuanto antes un embrollo que amenaza con desestabilizar la carrera y al ciclismo en general.

No hubo reacción del equipo a la amenaza, pues así se puede entender el aviso, del patrón, Miguel Rodríguez, de que puede dejar de patrocinarlo aunque haya un contrato hasta el año 2001. Rodríguez, un hombre que se considera de izquierdas, es una persona de decisiones drásticas, sin vuelta de hoja. "Yo invierto en esto porque sólo quiero conseguir publicidad buena y ganar dinero", suele decir. Sin embargo, sería bastante complicado legalmente abandonar sin fuertes indemnizaciones al grupo de Roussel, en el que invierte casi 1.000 millones de pesetas al año. A los corredores con contrato en vigor (Zülle, unos 300 millones al año; Virenque, casi 200, son los mejor pagados) sólo les puede dar de baja si se demuestra que se han dopado. Y hasta ahora, ninguno ha dado positivo en un control, salvo Moreau, cuyo caso está en manos de la comisión médica de la federación francesa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_