Vueltas y más vueltas

Alguno se quiere cargar al Tour porque esto del Festina va en perjuicio del propio Tour. No entiendo inglés, pero he visto en la televisión irlandesa los reportajes previos y todos empezaban con imágenes del Festina, y no creo que fuera para decir que son favoritos. Y nosotros, al prólogo.Todo el día con el culotte puesto para actuar seis minutos, cinco kilómetros y pico. Me he levantado a las 8.30, he desayunado y he cogido ya la bici. Del hotel al circuito del prólogo, 10 kilómetros callejeando por la izquierda y llevándonos sustos en los cruces. De vez en cuando se nos olvidaba que estábamos en Irlanda, nos íbamos por la derecha y veíamos a un coche venir de frente. ¿Adónde va éste? ¿Se ha vuelto loco? Qué va, qué va. Los locos, nosotros, venga corriendo a la izquierda otra vez. Llegados al circuito, venga a dar vueltas y más vueltas, memorizando curvas, baches y alcantarillas. Y cuando nos hemos aburrido de dar vueltas, con el Chaba me he echado un café. Vamos a probar el café irlandés, pero sin whisky ni Baileys. Vuelta al hotel en bicicleta, comida, un poco de siesta, buzo de contrarreloj y vuelta al circuito en bicicleta. Allí apenas había zona de calentamiento.

Vuelta al hotel, en bicicleta, y cuando hemos llegado nos hemos enterado de lo bien que ha estado Abraham. Todo lo que sea no perder tiempo, e incluso ganar algo, aunque sea un segundo a los rivales por el podio, bienvenido sea.

Ahora, tumbado en el hotel, sin bicicleta ni culotte ni buzo, a esperar a que lleguen las clasificaciones para ver a cuenta de quién me tomo esta noche el café. El que más alejado esté de la cabeza invita al descafeinado. A veces la apuesta es entre todos, pero esta vez era un caso particular con el otro navarrico, con Txente. Ah, ¿qué le he ganado por un segundo? Pues qué bien.