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Un preso se prende fuego en una celda de aislamiento de Valdemoro

Un interno de la prisión de Valdemoro, recluido en un celda de aislamiento, se prendió fuego el pasado 25 de junio tras intentar infructuosamente que los funcionarios le llevasen a la enfermería del centro cuando adujo que se había tragado una pila y un cortaúñas como protesta por su situación de aislamiento, según fuentes penitenciarias. El preso se halla en estado grave en la unidad de quemados del hospital de Getafe. Las ecografías efectuadas al interno con posterioridad al suceso revelan que no mentía cuando aseguró que se había tragado la pila y el cortaúñas. El juez de vigilancia de Madrid Francisco Racionero ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido.Existe un vídeo, filmado con una de las cámaras de vigilancia de la prisión, en el que, entre humo y llamas, se ve al interno salir de la celda por su propio pie y desnudo, después de que unos funcionarios le abrieran la puerta. Según fuentes cercanas a la investigación, horas antes del incendio, el interno presentó una instancia oficial reclamando su traslado a la enfermería. Al no ser aceptada su petición, se encerró en su celda, entre lamentos, y hacia la una de la madrugada se echó sobre la cama y prendió fuego al colchón. Antes amontonó sus pertencias junto a la puerta de la celda.

Defensor del Pueblo

El interno, cuyo nombre se corresponde con las iniciales J.M.C., llevaba varias semanas aislado en el módulo 1, tras serle aplicado el artículo 75 del reglamento penitenciario. La finalidad de este artículo es velar por la integridad física del preso frente a eventuales agresiones de otros compañeros. El Defensor del Pueblo denuncia en su memoria de 1997, hecha pública en mayo, que en algunas cárceles españolas se utiliza este artículo con fines distintos "a su tenor literal", pero no especifica en qué centros sucede.Un inspector de Instituciones Penitenciarias ha girado una visita a Valdemoro para investigar lo ocurrido. Se da la circunstancia de que, tras este suceso, el director de la prisión de Valdemoro, Matías Muñoz, ha cerrado el módulo número 2 de aislamiento, dotado con una veintena de celdas. Muñoz admite que ha cerrado momentáneamente ese módulo, pero niega que tenga relación con el intento de suicidio de este interno o por un exceso de rigor en la aplicación del artículo 75. "Se ha cerrado porque ahora mismo no hay presos; a lo mejor, mañana tengo que abrirlo para albergar a 20 internos conflictivos", señaló.

Sobre el intento de suicidio, reconoce que el interno pidió ser llevado a la enfermería, y que si no fue aceptada su petición es porque el funcionario "valoró que en ese momento no era necesario". "La reacción de una persona encarcelada es imprevisible", asegura Muñoz, quien precisó que no tenía constancia oficial de J.M.C. sufriese "un problema mental".

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