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Los bancos perdieron 4.008 empleos en 1997 y las cajas aumentaron 3.019

El conjunto de los bancos españoles redujo durante 1997 su plantilla en 4.009 personas, lo que les ha supuesto un ahorro de 26.800 millones de pesetas. Por contra, las cajas de ahorro en ese mismo año han incrementado sus plantillas en 3.019 personas, con un aumento del coste de 21.800 millones de pesetas. A pesar de esta divergencia en la estrategia de personal, las plantillas totales de estos dos sectores financieros se hallan aún lejos, y el empleo de la banca es muy superior al de las entidades de ahorro.

El conjunto de la banca contaba con 140.824 empleados a finales del año 1997, mientras que el conjunto de las cajas cerró el año con 89.603 empleados. En marzo de 1998 esa cifra ya se situaba en 91.921 trabajadores.Estos datos han sido objeto de debate en el 76ª Asamblea General de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que se ha celebrado en Madrid el pasado 24 de junio. El coste unitario por empleado ha sido objeto de estudio en esa asamblea.

Así, el coste unitario por empleado en las cajas de ahorro se incrementó en 160.000 pesetas en el pasado ejercicio, lo que ha supuesto un aumento de coste total de 14.000 millones de pesetas, mientras que en los bancos ha registrado un aumento del coste unitario por empleado de 550.000 pesetas, lo que ha supuesto una cifra total de 78.900 millones de pesetas.

Según un informe de la CECA, el efecto conjunto de la expansión de personal y el aumento del coste unitario ha supuesto para las cajas un incremento de los gastos totales de 500 millones, mientras que los bancos, con una política de reducción de oficinas y de personal, recortaron en 2.200 millones de pesetas de forma global.

La estrategia divergente entre bancos y cajas se manifiesta también en la red de oficinas. Solamente el pasado año, los bancos redujeron sus oficinas en 4.008, sucursales mientras que las cajas incrementaron su red en 819 oficinas. Este dato tiene su origen en la prohibición que tuvieron las cajas hasta el ejercicio de 1988 de no poder abrir oficinas fuera de sus respectivas comunidades autónomas. Uno de los objetivos prioritarios del sector, como es la política de contención de gastos de explotación, se ha abordado con decisión. Tanto bancos como cajas han tomado buena nota de la recomendación hecha por el Banco de España y han controlado esta partida. Los gastos de explotación de las cajas se situaron en el 2,45% de los activos totales medios, y los bancos lo situaron en el 1,85%. Son los costes totales de personal los que mayor peso tienen en este apartado, ya que suponen el 1,47% en cajas y el 1,15% en bancos al final de 1997, con una mejora de cuatro centésimas en cajas y dos centésimas en bancos.

Ese informe de la Confederación de Cajas de Ahorros resalta asimismo que el número de empleados por oficina en los bancos es de 7,98, frente a los 5,1 de las cajas. Sin embargo, la diferente política de plantilla, unida al hecho de que los bancos controlan el 58,5% del balance global del sector, hace que el balance medio administrado por cada empleado y cada oficina sea mayor en los bancos que en las cajas. En los primeros, al final de 1997, el balance medio administrado por empleado era de 2.775 millones en las cajas y de 5.032 millones en los bancos.

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