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Reportaje:

Santos, velas y demonios

Una tienda ofrece remedios de las religiones afroamericanas en el barrio de Chamberí

San José, el demonio y los "jabones atractivos de amor" conviven en Chamberí. Semejante mezcla, a la que se añaden fetiches, hierbas o fluidos, llena los anaqueles de una tienda poco común de la calle de Bravo Murillo. Es una santería, llamada La Milagrosa, "donde moran todas las religiones", como anuncia el rótulo. Su propietario, un argentino llamado Adel Soso, asegura que su establecimiento es el primero de España. "No es una tienda esotérica, porque no tiene regalos", puntualiza. Abrió el local hace ocho meses, después de darse cuenta "de que en Madrid había una carencia de productos específicos latinoamericanos de uso común".Además, Soso buscó la pluralidad religiosa, "porque santería quiere decir devoción por los santos, independientemente del credo al que pertenezcan". Eso explica que un artículo tan católico como el rosario comparta techo con la manteca de corojo que emplean los creyentes de religiones afroamericanas. De todas formas, los artilugios vinculados a estas últimas son el punto fuerte. "Madrid está muy bien surtido de tiendas de objetos relacionados con el cristianismo", explica.

La Milagrosa

Tienda especializada en productos de santería. Calle de Bravo Murillo, 75. Metro Ríos Rosas y Cuatro Caminos.

Los utensilios de la "magia simpática" y el curanderismo también tienen hueco. Se ofrecen, por ejemplo, figuras de cera que representan a una pareja, y que se usan para pedir por ella. "Hay elementos que sirven tanto para el bien como para el mal, porque las religiones afroamericanas no distinguen entre los dos", dice Soso. Pero él no toma partido. Más allá de las ventas, se limita a hacer "limpieza espiritual mediante la reorganización de las energías internas" del cliente o a echar el tarot a quien se lo pide.

El público español, que ya es mayoritario, pide sobre todo remedios contra la soledad, la envidia y a favor del amor. Los baños de hierbas, las velas y el incienso son los remedios que Soso les ofrece. En cambio, entre los latinoamericanos predomina la demanda de artículos que favorezcan el trabajo. Entonces, el propietario les recomienda quemar azúcar en casa, darse un baño de hierbas y prender tres velas: marrón para favorecer la actividad laboral, naranja para estimular la lucidez y verde para abrir caminos. La inmensa mayoría de los artículos es de importación. Buena parte procede de Brasil y Cuba.

El conjunto de remedios para cada mal ronda las 2.000 pesetas de media, afirma Adel Soso. "A veces también recomiendo al cliente que, al margen de lo que yo le dé, vaya al psiquiatra", asegura. Algunos milagros no vienen solos.

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