Escasa afluencia de público en el primer día de las rebajas de verano

Las rebajas de verano empezaron ayer para la mayoría de los comerciantes catalanes. Fueron una excepción los grandes almacenes, que deben esperar al próximo sábado para iniciarlas. Aunque en muchos escaparates estaban expuestos los tradicionales letreros, hasta el mediodía la actividad comercial era baja. "Otros años hay más gente", aseguraba Francisca, una clienta habitual de los comercios que ofrecen rebajas. El próximo domingo, los grandes almacenes también abrirán sus puertas y esperan que la afluencia de público sea masiva. La Confederación de Comercio de Catalunya (CCC) asegura que la campaña de rebajas podría producir un incremento de las ventas que oscila entre el 3% y el 5%. Más de 30.000 establecimientos participarán en esta campaña y se calcula que el grueso de las ventas se producirá en la primera semana. No todos los comercios habían colocado ayer en sus escaparates los carteles que indican el comienzo de los descuentos. "Depende del jefe", afirma Silvia, dependienta en una zapatería. Además, algunas tiendas no suelen saldar sus artículos. Por ejemplo, las de bañadores: "Ahora es la única época en la que vendemos y si encima rebajamos, no ganaríamos nada", afirma la encargada. La ley estipula que a partir del 1 de julio los comerciantes pueden iniciar la campaña cuando quieran. La ropa y los zapatos son los productos más solicitados, seguidos de los artículos para el hogar y el material de informática. Los precios rebajados oscilan entre el 10% y el 40%. Las rebajas son un negocio para incrementar las ventas. La CCC calcula que éstas serán las mejores de los últimos años, dado el comportamiento positivo del consumo, pero Marta no lo tiene tan claro. Lleva 10 años trabajando de dependienta y en ellos ha visto de todo: desde clientela exclusiva de esta época hasta señoras que entran en la tienda unos días antes, lo miran "absolutamente todo" y después se marchan diciendo que ya volverán. Recuerda cuando en su tienda se formaban colas en el exterior: "Ahora ya no es lo mismo porque el pequeño comerciante sufre las consecuencias de la proliferación de las grandes superficies". Más trabajo Para los trabajadores la campaña de rebajas supone mayor actividad. Tienen que marcar el género con los nuevos precios y dedicar más horas de las normales, pero no es problema para muchas dependientas porque "es más entretenido", afirma Yolanda. Los escaparates también cambian. En determinadas tiendas son las mismas dependientas quienes los decoran, aunque existen profesionales del sector, como Magda, que se dedica a ello desde hace cuatro años. Cuando llegan las rebajas debe reestructurar los escaparates con los letreros y los artículos que menos se han vendido durante el año. "Se colocan en el escaparate para darles la salida que no han tenido". Es obligatorio que todos los artículos vayan marcados con el precio rebajado y el anterior, a riesgo de ser multado si se infringe la normativa legal. El incremento de la actividad supone la contratación de más personal de seguridad en el fin de semana, sobre todo porque el próximo domingo abrirán sus puertas todos los centros comerciales y grandes almacenes. Incluso lo harán las peluquerías y las farmacias que se encuentren en su interior.