Mucho peso, mucha edad y mucha eficacia
La línea de cuatro alemanes en el centro del campo (Heinrich, Hamann, Helmer y Tarnat) superaba en 28 kilos a la de mexicanos (Aspe, Bernal, Villa y Palencia). Lo mismo en la defensa: Wörns y Babbel pesaban 20 kilos más que Hernández y Blanco. Ganaron por peso. Y aunque Vogts rejuveneció a su equipo (sacó nada menos que a cinco jugadores por debajo de los 30 años), lo de la veteranía como arma siguió en apogeo (Matthäus, 37 años; Helmer, 33; Hässler, 32; Klinsmann, 33; Bierhoff, 30). Las viejas armas alemanas. "¿Y qué quieren que haga?", vocea Vogts a los críticos. "Miren la Bundesliga y sáquenme mejores jugadores jóvenes".Pero la eficacia sigue siendo su imagen de marca. Exceptuando la eliminación temprana en 1938, Alemania nunca ha abandonado un Mundial antes de cuartos de final. Ha ganado tres (54, 74 y 90), ha sido tres veces finalista (66, 82 y 86), tres semifinalista (34, 58 y 70) y otras tres cuartofinalista (62, 78 y 94). Este año le toca deshacer el empate. Su rival en cuartos saldrá del Rumania-Croacia. Serán viejos y pesados. Pero son eficaces.
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