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Cuatro años de cárcel para un conductor por atropellar mortalmente a un peatón

La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años de prisión por homicidio imprudente al conductor de un vehículo que al intentar huir de una colisión producida por saltarse un semáforo en rojo, atropelló de forma consciente a un peatón que caminaba por la acera y lo arrastró varios metros hacia adelante y hacia atrás hasta provocarle la muerte. La condena, según fuentes judiciales, es una de las más elevadas que se han impuesto en España por hechos similares y coincide con la que solicitó el fiscal. El tribunal también impone al acusado seis años de retirada del permiso de conducir. Los magistrados de la sección sexta consideran que Monir Flouss Flouss, de 30 años y de nacionalidad libanesa, actuó "con temeridad extrema" y precisan que "no hay mayor temeridad manifiesta ni mayor concreto peligro para la vida o la seguridad de las personas que invadir su zona de seguridad, la acera". Los hechos ocurrieron la madrugada del 26 de octubre de 1996, cuando el vehículo de Monir Flouss circulaba por la carretera de Collblanc, en el límite entre L"Hospitalet y Barcelona, y no se detuvo en un semáforo en rojo en el cruce con la calle de la Riera Blanca. Tras colisionar con un vehículo, el conductor acusado perdió el control, chocó con dos árboles y arrancó una señal de tráfico, que trabó la rueda trasera derecha. "Con la intención de salir del lugar", precisa la sentencia, el conductor subió a la acera y atropelló a un peatón, Vicente P. L., "sin que existiera ningún obstáculo que le impidiera verle", y siguió unos metros. El peatón cayó detrás del vehículo y, haciendo marcha atrás, el conductor lo arrastró de nuevo unos metros hasta chocar contra un árbol y una cabina de la ONCE, que derribó. La víctima murió en el acto y el conductor quedó atrapado por las ramas de otro árbol en su huida. La sentencia precisa que si el conductor "vio al transeúnte, pudo y debió prever" las consecuencias, y que "o bien no le importó lo que ocurriera con la vida ajena" o no era consciente del "efecto letal de su acción". Buena visibilidad El tribunal califica de "puras entelequias indemostrables" los argumentos exculpatorios de la defensa y afirma que "era del todo imposible que el conductor no viera al peatón". Los magistrados precisan, por ello, que el conductor no estaba "dormido, drogado, borracho o inconsciente". La sentencia establece una indemnización de 15 millones de pesetas para la viuda de la víctima y de 2,5 millones para cada uno de sus hijos. Además el acusado deberá abonar los gastos del entierro y pagar los daños causados al arbolado y los semáforos de Barcelona. El tribunal declara a la compañía de seguros responsable civil directa

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