La "naranja mecánica" contra Mijatovic
Seedorf volverá a la titularidad con Holanda para el choque ante Yugoslavia
Un talento que deslumbra y otro que parece anquilosado por un sistema demasiado férreo. Holanda, que ha impresionado en momentos en este Mundial, procurará esta noche en Toulouse pasar a cuartos y noquear a la Yugoslavia de Mijatovic, una selección que tiende a jugar demasiado a la defensiva y que no ha logrado explotar aún en Francia. La naranja mecánica ha vuelto a ilusionar a su entusiasta hinchada en este Mundial -son miles los aficionados disfrazados de color naranja los que la siguen por toda Francia- y confía continuar esta noche viva.Tiene en su contra resultados desiguales: una impresionante goleada a Corea (5-0) y sendos empates ante Bélgica (0-0) y México (2-2). Guus Hiddink, el seleccionador, hará una variación: entrará como titular Seedorf, en lugar de Jonk. "Aunque no juegue es un jugador muy importante para nosotros", dijo el técnico, que tendrá en el banquillo a Kluivert, que ya ha cumplido dos partidos de sanción. Bergkmap y Cocu, el nuevo fichaje del Barça, seguirán como titulares. El español García Aranda será el colegiado del choque.
Holanda mostró ante México la mejor y la peor de sus dos caras: una soberbia primera mitad, con dos goles, plagada de ocasiones, con fútbol al primer toque, rápido, veloz, y una segunda en la que México le desbordó. Los norteamericanos lograron empatar en el descuento jugando con 10. "Me quedé muy decepcionado con ese resultado y espero que esos fallos de concentración no se vuelvan a repetir", señaló el entrenador. "Conocemos a buena parte de los jugadores yugoslavos, son muy buenos técnicamente y respetables tácticamente. Imagino un partido vibrante. Yugoslavia es imprevisible para lo bueno y para lo malo. Es una oportunidad para estar superconcentrados".
Algo parecido dijo Johan Cruyff, comentarista de televisión y que vaticinó un gran futuro a su selección si seguía con ese nivel de juego. "Pero tenemos un problema típico del carácter holandés. No machacamos cuando podemos hacerlo y luego pasa lo de siempre. Hay que mantener siempre la misma tensión". Falta saber si la lección le llegó en el momento oportuno.
Algo así como a Brasil, que se clasificó ante Chile justo después de perder ante Noruega. Hiddink tiene una duda: mantener una defensa más férrea atrás -entre ellos, los azulgrana Bogarde y Reiziger- o apostar por dos laterales más ofensivos -Winter y Numan-. Holanda ha hecho una puesta en escena muy característica para este Mundial. La plantilla está formada en buena parte en la factoría del Ajax (de hecho, en algún momento, llegan a jugar 11 jugadores que han pasado por este equipo) y Hiddink se ha rodeado de hombres como Koeman, Neeskens y Gullit, en su cuerpo técnico. Y es que Holanda no gana un gran torneo desde la Eurocopa del 88.
Yugoslavia ganó a las dos selecciones débiles de su grupo -3-1 ante Jamaica y 1-0 ante Estados Unidos- y permitió que Alemania le empatara (también un 2-2) en el último momento. Arrastra la fama de ser una suma de talentos, que no ha conseguido aún formar un auténtico equipo. Santrac, el seleccionador, podrá contar en su equipo con Mijatovic y Savicevic, recuperados ya de sendas lesiones.
Con el madridista y su capitán, Yugoslavia gana muchos enteros. Zelijko Petrovic, el zurdo de la selección, que ha jugado varios años en Holanda y que está en trámite de tener la nacionalidad de ese país, tiene un resquemor: sabe que si su equipo despliega el mismo fútbol que ante Alemania todo estará perdido. "Yo lamento enormemente no haber ganado a Alemania", dijo Petrovic. "Nuestro camino sería más fácil ahora. Tenemos técnica suficiente y jugadores excepcionales. Pero en el fútbol eso no suele ser suficiente".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.