Pasiones de tribu
No me gusta el fútbol. Llevo años intentando que este espectáculo me guste porque muchas veces he tenido la sensación de "que me estoy perdiendo algo". Hoy, con los mundiales lo vuelvo a intentar, pero no lo consigo. Veo poco juego, el balón va de un lado a otro de forma bastante errática y se ven muchas interrupciones en las jugadas, la mayoría termina en faltas o con el balón fuera del campo. Sin embargo, si bien la estética, la plástica del fútbol no me agradan, es por otras razones menos subjetivas por las que no me gusta. No voy a entrar en el tema de los negocios e intereses que giran en torno al club y selecciones, no. No me gusta porque veo que provoca antagonismos que superan al enfrentamiento deportivo. Sentimientos y pasiones de tribu, de secta y de patrioterismo encuentran en este espectáculo un excelente caldo de cultivo. Divide y enfrenta más allá del momento del juego, provoca antagonismos que poco tienen que ver con la calidad o resultados del juego y estimula pasiones localistas, nacionalistas, donde fácilmente crecen grupo violentos.-
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