"El deseo de justicia es algo a lo que no se renuncia nunca"
, Hace 18 años la mano de ETA le arrancó a su esposo. No quiso ni pudo quedarse de brazos cruzados y poco tiempo después, junto a otras viudas, fundó la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Hoy Ana María Vidal es la presidenta de la organización. Ha venido a Málaga con un grupo de 79 niños a los que la barbarie etarra ha convertido en huérfanos o, en el mejor de los casos, en hijos de hombres condenados a una silla de ruedas. P. ¿Cómo se acaba con la violencia terrorista? R. Es muy difícil porque nadie tiene una varita mágica. Llevamos 30 años luchando contra el terrorismo de ETA. Se han utilizado muchos métodos, algunos poco ortodoxos. Los grandes partidos, el PSOE y el PP, tenían que sentarse y unirse en el País Vasco contra el terrorismo. Allí la gente vive coaccionada, no puede expresar lo que siente y lo que piensa. La ley no funciona. Los jueces dictan penas impactantes (contra los terroristas) y a los siete, ocho o 14 años están en la calle. Y a lo mejor viven tres portales más allá del que han asesinado. El asesino es el chulo de la calle y la familia se tiene que esconder. ¿En octubre quién se va a querer presentar a las elecciones como no sea nacionalista? Es dramático que esto pase en una sociedad democrática, que cree en la libertad de expresión. P. ¿Cómo se le explica a un niño por qué ha perdido a su padre? R. Es imposible. Cómo van a entender que en un país como España, donde cada uno puede defender sus ideas con la palabra, otros asesinan y ponen coches-bomba. Las leyes son tan permisivas que saben que el asesino de su marido o de su padre, en 14 años como máximo estará en la calle. Los juicios son casi de trámite porque se imponen condenas de 300 años que quedan en agua de borrajas. El deseo de justicia dentro de estas familias es algo a lo que no se renuncia nunca y que nunca se ve saciado como debería. Y eso es muy grave porque da la sensación de que no todos los españoles son iguales ante la ley. P. ¿Hay impunidad? R. Bastante. En el País Vasco se permiten el lujo de amenazar a concejales del PP y matarlos cuando quieren. Los fines de semana llegan 150 energúmenos, aprendices de asesinos, toman un pueblo y no hay detenciones. Se permite que estén perfectamente organizados donde hay 7.000 erztainas, ni se los detiene ni se hace cumplir la ley. De esos 7.000, casi la mitad están fuera de servicio aprendiendo eusquera. P. ¿La solidaridad con las víctimas es suficiente? R. La reacción popular desde el asesinato de Miguel Angel Blanco ha mejorado, pero el ciudadano de a pie después se va a su casa. Debería haber más apoyo institucional. No se ponen de acuerdo para acabar con esto y es más importante que cualquier partidismo.
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