Un hombre mata a tiros y golpes de azada a tres vecinos en un pueblo de Zamora y se suicida
Vicente Carnero Herrero, de 66 años, prendió fuego a su casa, mató de un disparo al panadero del pueblo, acabó con la vida de otras dos vecinas a golpes de azada y se suicidó después arrojándose a un pozo. Ocurrió ayer en Pereruela de Sayago, un pueblo de Zamora de apenas 400 habitantes en el que Carnero era conocido por su fuerte temperamento. El triple homicida, que vivía separado de su mujer y de sus tres hijos, era "raro y de trato violento", según el párroco. Algunos vecinos le describían ayer, más corto y por derecho, como "un amargado".
Poco después de las siete de la mañana, Carnero cogió su escopeta de caza, para cuyo uso disponía de la preceptiva licencia y a la que había recortado los cañones -según algunos testimonios, esa misma noche-, y prendió fuego a su propia vivienda, en el número 3 de la travesía de Pito.Sin pararse siquiera a contemplar las llamas que devoraban su casa, se encaminó de inmediato a la panadería del pueblo, regentada por los hermanos Gómez Moralejo, y apretó el gatillo varias veces. Uno de los disparos alcanzó a Vicente Gómez Moralejo en la región inguinal. La sangre empapó el suelo de la panadería mientras el otro hermano, Daniel, que además es el alcalde, se abalanzó sobre Carnero y, tras un forcejeo, consiguió arrebatarle la escopeta. "No le di tiempo a nada", declaró después el regidor, "porque vi que también iba a matarme a mí".
Al quedarse sin escopeta y mientras Daniel atendía a su hermano, Carnero abandonó a toda prisa el establecimiento Vicente murió a causa de la hemorragia poco después, tras ser trasladado al hospital Virgen de la Concha, de Zamora, para ser operado, según fuentes del centro.
Vicente Carnero, ya desarmado, caminó hasta un huerto situado a medio kilómetro de distancia de la panadería. Sabía que allí se encontraban desde el alba sus vecinas de al lado, las hermanas Olivia y Maruja Brioso Rivera, de 71 y 70 años respectivamente. Una vez allí, su furia no vaciló. Agarró una azada de labranza y con ella golpeó con saña en la cabeza a las dos mujeres, que no pudieron oponerle la más mínima resistencia.
Olivia falleció en el acto como consecuencia de los golpes de azada. Maruja quedó malherida con un grave traumatismo craneal con pérdida de masa encefálica. Murió poco después de ingresar en el hospital Virgen de la Concha sin que los médicos pudieran hacer nada por salvar su vida.
Tras consumar su triple crimen, Carnero optó por quitarse de en medio. Para ello anduvo hasta un pozo de agua cercano y se arrojó a su interior para perecer ahogado.
De acuerdo con el testimonio unánime de sus convecinos, Carnero tenía una extraña fijación contra las dos ancianas. La había tomado con las dos mujeres desde que se trasladaron a vivir al número 5 de la travesía de Pito, es decir junto a su casa. Pero su odio no se limitaba a las hermanas Brioso. "Había amenazado a medio pueblo, no se relacionaba con la gente", relataba un vecino. En Pereruela viven dos hermanos del triple homicida, que ayer no se encontraban en el pueblo por hallarse visitando a otro hermano que vive en Bilbao.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Zamora se hizo cargo del levantamiento de los cadáveres y de la instrucción de las diligencias. Las víctimas serán enterradas hoy y el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto.
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